Zaragoza

El bar Kokoro coge el testigo del popular Luces de Bohemia, en la zona universitaria

El nuevo negocio, impulsado por una pareja, pretende ofrecer desde almuerzos por la mañana hasta cócteles y 'shishas' por la tarde-noche.

El nuevo equipo del bar Kokoro, en el entorno del campus universitario de San Francisco.
El nuevo equipo del bar Kokoro, en el entorno del campus universitario de San Francisco.
HERALDO

Hay zonas en las ciudades donde, gracias a la viveza de su público, los negocios hosteleros que cierran mantienen la persiana bajada poco tiempo. Es el caso del entorno del campus universitario de San Francisco, en Zaragoza, donde los estudiantes y los vecinos ponen todo de su parte para que los bares y restaurantes tengan movimiento a todas las horas del día. Con la idea de subirse a esa ola juvenil desembarca Kokoro en el número 12 de la calle del Arzobispo Apaolaza, donde antes se encontraba el popular Luces de Bohemia, uno de esos locales con el suelo desgastado por el trajín de los futuros licenciados.

El establecimiento cambia de nombre, pero también de aspecto y de concepto. Ya no se ceñirá tanto a las cervezas y las copas nocturnas -que seguirán presentes-, sino que ampliará el espectro horario para servir cafés por la mañana (y en el futuro, almuerzos y meriendas). A última hora del día, eso sí, saldrán a la palestra los cócteles y las shishas, tan populares últimamente entre los veinteañeros, para fumar en grupo. 

En cualquier caso, los nuevos propietarios, Victoria y Antonio, junto a su hijo Alejandro, buscarán "ampliar el público" que tenía el anterior negocio. "Aunque sin duda, al estar en la zona universitaria, el público anterior seguirá presente", matizan. La gerencia trabaja en una nueva carta de combinados, a los que quieren dar su justa importancia, y también en la de cachimbas, "que ahora mismo están en pleno auge y es lo que más se demanda". "Y, ante todo, queremos que se note el cariño que le estamos poniendo a esta aventura", aclaran.

Dos espacios del nuevo Kokoro, en el entorno de la Universidad.
Dos espacios del nuevo Kokoro, en el entorno de la Universidad.
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Además de la propuesta y el nombre, que en japonés evoca "el corazón, el cariño y la fuerza interior", lo que ha cambiado de forma radical en el inmueble es la decoración. "Hemos querido trasladar ese toque japonés con un jardín nipón en la pared". La ambientación la completan varios neones y los nuevos suelos, mobiliario y barra.

Otro de los conceptos que quiere potenciar la nueva propiedad es el de "colaboración" con otros negocios de la zona y de la ciudad. "Nos gustaría ir de la mano de otros establecimientos, de modo que ayudemos a generar más clientela para todos. Para ello lanzaremos ofertas y colaboraciones", explican, "también con discotecas ubicadas en otros puntos de la ciudad". Precisamente, esta idea lleva un tiempo instalada en los bares del entorno, donde las alianzas permiten que los usuarios accedan a las cafeterías con comida de algunos de los establecimientos que sirven raciones o bocadillos.

La hostelería del entorno de la plaza de San Francisco y del campus universitario está atravesando un gran momento en los últimos años. A las aperturas de nuevos bares y restaurantes se une la consolidación de las pequeñas 'subzonas' que la componen, como ocurre con la calle de Bruno Solano, una de las vías más en boga de la ciudad. 

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