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Confiesan el asalto a un bar pero niegan que embistieran a la Policía en Zaragoza

La Fiscalía pidió este martes penas de 3 años para dos hermanos a los que acusa de atentado a agentes de la autoridad

Un momento del juicio celebrado ayer en la Audiencia de Zaragoza
Un momento del juicio celebrado este martes en la Audiencia de Zaragoza
Heraldo

Dos hermanos admitieron este martes en un juicio haber sustraído un coche y haber intentado robar en un bar, pero no que embistieran con su vehículo al de la Policía Nacional, delito que puede sumar tres años de cárcel a los otros tres que ya están dispuestos a cumplir.

"No eché el coche hacia delante ni un cachico. Metí la marcha atrás y al momento llegó el vehículo de la Policía y me pegó en el lado del copiloto", declaró José Hernández Carbonell al tribunal.

Su hermano Ramón tuvo una explicación más sencilla para negar los hechos:"Yo no estaba dentro del coche. Cuando vino la Policía salí corriendo y un agente me persiguió y me detuvo".

Los dos hermanos, que acumulan antecedentes por delitos contra la propiedad, han sido juzgados ahora por un intento de robo cometido el 21 de diciembre de 2020 en un bar de la avenida de San José. Hasta allí llegaron en un coche sustraído cuatro días antes a su propietaria en el Picarral, turismo que sufrió importantes daños.

Los acusados, en compañía de un tercero que logró escapar esa noche y que nunca fue identificado, aparcaron en una calle lateral de la avenida, cogieron la tapa de una alcantarilla y una silla y las estamparon contra la puerta y la cristalera del bar Canal. Una vez dentro rompieron con una maza dos máquinas tragaperras y sustrajeron los cajetines de la recaudación. 

Cuando oyeron las sirenas policiales, salieron precipitadamente del bar y se metieron en el turismo que habían dejado en doble fila cerca. Pero con lo que contaron es que una patrulla iba a entrar en contradirección para cortarles el paso.

"Mi compañero y yo bajamos y sacamos las armas porque no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. Ellos pegaron varios acelerones y nos metieron el morro del coche encima. Nos embistieron", aseguró uno de los agentes. Añadió que los sospechosos dieron marcha atrás y chocaron contra un bolardo y se les quedó parado el vehículo. Al preguntarle la fiscal si se sintieron en peligro, el funcionario respondió: "Sí. De hecho salimos pistola en mano".

Para la representante del Ministerio Público, acometer a un agente en el ejercicio de su cargo, independientemente del resultado, es un delito de atentado. "No es necesario que se lesione al atacado, lo importante es la embestida, puesto que atentan contra la autoridad que representan", expuso. Por eso pide tres años de prisión para cada uno de ellos.

Por su parte, la abogada de Ramón Hernández, Olga Oseira, defendió la absolución para su cliente argumentando que no iba conduciendo el vehículo y no tenía el control de la persona que lo manejaba. "Cuando mi cliente salió corriendo, el coche siguió en marcha y moviéndose", subrayó. 

El letrado de José, Jesús Miñana, pidió también la absolución alegando que lo que hizo fue una maniobra de evasión. "Maniobra sin sentido porque no tiene escapatoria", expuso. Recordó que el coche de los acusados tenía daños en la parte trasera y no en la delantera, lo que demostraría que no colisionaron con el vehículo patrulla. 

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