La iluminación navideña fue la excusa de muchos zaragozanos para acercarse al centro de la ciudad a inmortalizar la nueva decoración, en la que el Ayuntamiento de Zaragoza ha invertido en esta ocasión 700.000 euros. La bola gigante de la plaza del Pilar, una estructura de 12 metros de altura y transitable por su interior, es la gran novedad de este año y uno de los atractivos más buscados. En especial, durante el espectáculo de luz y sonido que ofrece a las 18.15 y a las 20.05 de lunes a viernes, con un pase extra a las 21.00 los fines de semana y festivos.

También fueron objeto de los flashes las estrellas rotas del paseo de la Independencia, el gran árbol de Navidad de la plaza de Paraíso, o las auroras boreales de la plaza de San Felipe. «Teníamos un viaje a Marruecos pero hubo que cancelarlo porque han cerrado las fronteras por la nueva variante, así que nos hemos quedado a disfrutar de las luces, que a los pequeños les encantan», comentaba María Saldaña en la calle de Alfonso I.

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Allí se exhibía un manto de luz celeste que hoy, en cambio, se transformará en los colores de la bandera de España. Es el guiño que hace el Ayuntamiento de Zaragoza desde hace dos años a la celebración del día de la Constitución.