Zaragoza

Los escupitajos de una mujer contagiada de Covid a 7 guardias civiles de Zaragoza los pagará el Estado

La vecina de Cuarte de Huerva se enfrentaba a ocho años de cárcel, pero llegó ayer a un acuerdo por el que solo tendrá que hacer 40 días de trabajos a la Comunidad. Y, por su condición de insolvente, tampoco pagará los casi 6.000 € de indemnizaciones 

Control de la Guardia Civil en la campaña de recogida de fruta.
Imagen de archivo de una patrulla de la Guardia Civil.
Guardia Civil

La mujer contagiada de coronavirus que escupió a siete agentes de la Guardia Civil en Cuarte de Huerva al grito de «¡os he pegado el coronavirus, joderos!» se enfrentaba ayer a un juicio en el que le pedían hasta ocho años de prisión. Pero ni pisará la cárcel ni pagará prácticamente nada, ya que su condición de insolvente hará que quien responda de su imprudente e irresponsable acción sea el Estado. De hecho, el ventajoso acuerdo que P. A. U. firmó ayer con las acusaciones obligará a las arcas públicas a sufragar los casi 6.000 euros pactados en indemnizaciones. Ella solo cumplirá 40 días de trabajos en beneficio de la Comunidad.

Los hechos que dieron lugar a esta causa se produjeron el 17 de marzo de 2020, solo dos días después de que entrara en vigor el estado de alarma para combatir la epidemia de Covid-19. Aquel día, el compañero sentimental de la acusada -a la que defienden los abogados Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén- llamó a la Guardia Civil porque la mujer se había puesto violenta y le había agredido al salir de la ducha. Cuando los agentes se presentaron en el domicilio, la actitud de P. A. U. –que tiene un grave problema de alcoholismo– siguió siendo agresiva, lo que obligó a pedir refuerzos.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, que pedía inicialmente año y medio de prisión y una multa de 600 euros, la vecina de Cuarte de Huerva llegó a golpear a uno de los agentes que trataban de calmarla. Pero los hechos más graves se produjeron después, cuando la trasladaban al cuartel de Casetas. «Sois unos hijos de puta, os voy a pegar el coronavirus y así luego se lo vais a pegar a vuestras familias», gritó a los funcionarios, a la vez que les escupía.

Los agentes tuvieron bastantes problemas para ponerle una mascarilla, ya que la mujer no dejaba de moverse e intentar golpearles. La situación se complicó aún más al llegar al centro de detenidos, ya que se negó a salir del vehículo y comenzó a gritar: «Idos a la mierda, no pienso salir si no me quitáis las esposas». Según recogieron en el atestado, los guardias le dijeron que si no se calmaba no podían quitarle los grilletes. Su respuesta fue volver a escupirles, por lo que la sacaron por la fuerza y la llevaron en volandas hasta el cuartel.

Por aquellas fechas, cuando casi no había mascarillas y se practicaban todavía muy pocas PCR,    el miedo a un posible contagio era enorme.De ahí que la confirmación de que la detenida había dado positivo en Covid-19 causara una gran preocupación a los funcionarios actuantes, a los que hubo que poner inmediatamente en cuarentena. Por fortuna, ninguno llegó a presentar síntomas graves, pero varios de ellos decidieron personarse como acusación particular contra la mujer. Su abogado, Marco Antonio Navarro, consideró lo ocurrido como muy grave y terminó acusando a P. A. U. de delitos de atentado y lesiones. Pedía ocho años de cárcel.

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