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Una residencia de Zaragoza pide casi 5 años de cárcel para el joven que se hizo pasar por enfermero

La Policía Nacional detuvo al joven en enero tras descubrir que llevaba casi cinco años trabajando en dos hospitales. En marzo, volvió a arrestarlo al saber que había conseguido otro contrato en una residencia.

El investigado, tras su detención en Zaragoza.
El investigado, tras su detención en Zaragoza.
Policía Nacional

La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza acaba de concluir las pesquisas contra Rubén I. V., el joven de 28 años que se hacía pasar por enfermero para trabajar y cometer hurtos en hospitales y residencias de la capital aragonesa. Son varias las causas judiciales que se instruyen contra el gallego, ya que la Policía Nacional lo ha detenido en dos ocasiones en poco tiempo: la primera, el pasado mes de enero, y la segunda, a finales de marzo. Sin embargo, todo apunta a que será esta última la que antes lo lleve al banquillo de los acusados.

La residencia para la que estaba trabajando el investigado cuando fue arrestado la pasada primavera, Vitalia Expo, acaba de solicitar a la magistrada la apertura de juicio oral contra él como presunto autor de un delito de intrusismo profesional, otro de falsedad documental y un tercero de hurto. Por todos ello, esta parte solicita para él una condena de    cuatro años y nueve meses de prisión.

A la hora de calificar los hechos, la residencia recuerda que Rubén I. V., al que defiende la letrada Carmen Sánchez Herrero, fue contratado a través una empresa de colocación especializada en personal sanitario y prestó servicio del 8 de febrero al 16 de marzo de 2021. Para conseguir el puesto, aportó una serie de documentación que a la postre se demostraría ser falsa y entre la que se incluía un título universitario que le acreditaba como enfermero. Razón por la cual se le atribuye ahora un delito de intrusismo.

Pero resulta que el comportamiento del impostor ya había despertado antes las sospechas de la directora de la residencia, que acudió el 11 de febrero a la Policía a denunciar la desaparición de una ‘tableta’ informática valorada en 488 euros. El dispositivo desapareció justo el día que el ahora acusado estaba de guardia, por lo que todo apuntaba hacía él.

Como luego se comprobaría, con las claves de seguridad que se otorgaron a Rubén I.V. se accedió a los ficheros de la residencia y se obtuvo también el IBAN bancario de dos residentes.

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