violencia de género

El día que el conductor de un bus urbano evitó un asesinato machista en Miralbueno

La Audiencia de Zaragoza juzgará dentro de unos días al hombre que intentó degollar en plena calle a una joven de 23 años porque le dijo que no quería seguir con él

El lugar en el que un hombre intentó degollar a una joven de 23 años.
El lugar en el que un hombre intentó degollar a una joven de 23 años.
Heraldo

Camino del Pilón número 155 de Zaragoza. Son las 20.15 del 6 de mayo de 2019 y un autobús urbano de la línea 53 se aproxima a la última parada de la ruta en el barrio de Miralbueno. Al volante, Manuel Izaguerri, un experimentado conductor de 58 años que para sobrellevar el calor circula con la ventanilla bajada, circunstancia que acabará resultando providencial. El hombre ha hecho ese mismo recorrido infinidad de veces, pero ignora todavía que ese viaje no lo olvidará en su vida. Ni él ni Raquel, la joven de 23 años a la que está a punto de salvar de una muerte segura.

Resulta complicado, por no decir imposible, vincular un caso de la violencia machista a un buen recuerdo. Sin embargo, los reflejos y el coraje de este veterano chófer de Avanza permitieron poner un final feliz a una tarde llamada a ser aciaga. Al ver un coche parado en la calle en sentido contrario al que él circulaba, Manuel levantó el pie del acelerador y extremó la precaución. Acto seguido, vio asomar unas piernas por la puerta del conductor y escuchó gritos. No se lo pensó dos veces, echó el freno de mano del autocar y acudió a prestar ayuda. "Pensé que alguien podía haber sufrido un ataque epiléptico o algo así", confesó entonces a HERALDO. Pero a quien se encontró fue a Fabio Colón Castillo intentando degollar con un cúter a su novia.

La víctima y el rescatador apenas tardaron tres días en volver a verse.
La víctima y el rescatador apenas tardaron tres días en volver a verse.
Heraldo

Como pudo, el conductor de la línea 53 tiró con fuerza de las piernas de la chica y logró ponerla a salvo. El agresor, que en ningún momento dejó de acuchillar el cuerpo de la víctima mientras la sacaban del vehículo, se encaró después con Manuel, al que también hizo un corte en la mano antes de ser reducido entre varios hombres que pasaban por la zona. Como es casi costumbre en estos casos, frustrado por no haber conseguido matar a quien había sido su pareja durante dos años y medio, el joven trató de quitarse la vida. Pero tampoco lo consiguió, por lo que el próximo 19 de julio se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Zaragoza por un delito de tentativa de asesinato y otro de lesiones.

14 años y medio de prisión

La Fiscalía solicita una condena de 14 años y medio de cárcel para Fabio Colón. También propondrá al tribunal que le aplique las agravantes de actuar por razón de género y la de parentesco. Y aunque el agresor dio positivo en consumo de benzodiacepinas y anfetaminas, entiende que solo cabe apreciarle una merma leve moderada en cuanto al control de impulsos. Porque esa fue la conclusión a la que llegó la forense que lo examinó la misma noche de autos y que no le encontró signo de intoxicación aguda por psicotrópicos ni ningún cuadro psicótico.

Para la acusación pública, el móvil del intento de asesinato es meridiano: el acusado no aceptó la decisión de su pareja de poner fin a la relación e intentó sin descanso que le diera una segunda oportunidad. De hecho, al revisar los teléfonos de la víctima y su agresor, el Grupo de Homicidios constató que la estuvo acribillando a mensajes, llegando a contabilizar hasta 37 en apenas 40 minutos a lo largo del 1 de mayo de 2019. En su empeño por contactar con Raquel, Fabio Colón estuvo escribiendo también a la hermana de la chica, a la que trató de convencer para que intermediara y convenciese a la víctima para que retomase la relación.

Tal fue la insistencia del hombre que su exnovia acabó aceptando reunirse con él días después, el 6 de mayo, pero solo para recoger las cosas que se había dejado en su casa de Miralbueno. Cuando llegó, en torno a las 19.30, el encausado ya tenía empaquetadas sus pertenencias, que Raquel cogió con la clara intención de marcharse. Pero el hombre se empeño en ayudarla a bajarlas al coche, y por no iniciar una nueva discusión, la chica acabó aceptando. Lo que no podía imaginar es que su exnovio se iba a introducir después sin permiso en el vehículo para intentar acabar con su vida y que iba a pasar uno de los peores tragos de su vida.

Del "déjame arreglarlo" al "ahora vas a hacer lo que yo te diga"

Los maltratadores son verdaderos maestros en el arte del engaño y el subterfugio. Incapaces de aceptar un no por respuesta, les importa poco entonar un falso mea culpa para acabar imponiendo su voluntad, bien sea por las buenas o por las malas .Y eso parece ser lo que hizo el acusado por la tentativa de asesinato de Miralbueno, Fabio Colón, que empezó escribiendo a su expareja el mensaje "déjame arreglarlo" para acabar sentenciándola con un rotundo "ahora vas a hacer lo que yo te diga".

Como recuerda ahora la Fiscalía en el escrito remitido a la Sección Primera de la Audiencia Provincial, el encausado no escatimó esfuerzos en contactar con Raquel para intentar retomar la relación. "Me he equivocado, solo quiero darte lo que te mereces", le decía a la joven en sus mensajes. Ella le dejaba claro que no quería volver bajo ningún concepto, lo que no evitaba que él insistiese. Le repetía una y otra vez que no sabía cuánto la quería, para rogarle después que le dejara pasar un día juntos.

La chica acabó diciéndole que pasaría a recoger las cosas que tenía en la casa que habían compartido, pero el acusado aprovechó la ocasión para tenderle después una emboscada en el coche y poner su vida en riesgo. 

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión