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El parricida de La Almozara recibe el alta en Psiquiatría y su madre, fuera de peligro

El detenido, de 41 años, se encuentra ya en los calabozos de la comisaría del Actur de Zaragoza, desde donde será trasladado al juzgado de guardia este jueves.

Suceso en la calle Reino de Zaragoza.
Suceso en la calle Reino de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Si no se producen imprevistos, la Policía Nacional pondrá este jueves a disposición judicial a Héctor L.F., el hombre de 41 años detenido en la medianoche del lunes al martes por el apuñalamiento mortal de su padre, de 71 años, en La Almozara. El parricida, que también asestó cinco cuchilladas a su madre, de 67 años, ingresó en la unidad de Psiquiatría del Hospital Miguel Servet, pero este miércoles ha recibido el alta médica y se encuentra ya en los calabozos de la comisaría del Actur.

El plazo máximo de 72 horas de arresto se cumple este jueves, por lo que parece que el homicida será conducido a primera hora a la Ciudad de la Justicia, donde tendrá que comparecer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5, en funciones de guardia. En cualquier caso, de las diligencias se ha hecho cargo la magistrada que dirige el Juzgado de Instrucción número 2.

La madre, que tras pasar por urgencias del Servet recibió el alta y está fuera de peligro, había hablado a los vecinos de los supuestos problemas psicológicos de su hijo, pero él se negaba a que lo viera un especialista. Los que sí que tendrán que reconocerlo ahora serán los forenses del Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA), ya que deberán concretar si tenía sus capacidades volitivas y cognitivas afectadas cuando atacó a sus padres. De hecho, la Fiscalía y el propio juez tendrán que apoyarse en su informe para decantarse por la prisión provisional o por su posible ingreso en un centro médico.

«La madre nos explicaba que, algunas veces, cuando el chico se ponía nervioso, los despachaba del piso. Y ellos, para que se calmara, pues se iban. ¿Qué iban a hacer, si es su hijo?», contaba el martes una de las residentes del número 46 de la calle Reino, junto al palacio de La Aljafería de Zaragoza.

Pero parece que este domingo fue al contrario. Javier y Pilar habían salido a dar una vuelta y fue Héctor quien los llamó por teléfono para que volvieran a casa. «Según nos contaba la madre, lo tranquilizaron y ella se echó a la cama. Pero poco después la despertaron los gritos de su marido. Acudió al salón y vio que lo estaba acuchillando», recordaba. La mujer intentó mediar e interponerse entre Héctor y Javier, lo que hizo que acabara también lesionada. «Suena a lo de siempre, pero Javier era un hombre excepcional. Cuando había que solucionar algo en la comunidad, era el primero en ofrecerse. Era muy voluntarioso», explicaba Miguel, mientras mostraba su preocupación por la situación en que queda Pilar.

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