Unas 70.000 personas han visitado este sábado la primera edición del festival ZGZ Florece, según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Zaragoza hasta las 19.00.

Ha cumplido lo que prometía. El festival paisajístico está captando toda la atención en su segundo día de apertura. Miles de zaragozanos han aprovechado para pasear por el Parque Grande José Antonio Labordeta y disfrutar y, sobre todo, fotografiar los arreglos florales elaborados para la ocasión por profesionales del sector. Todo era digno de ser captado a través de la cámara. Los tranvías, pese a que están reforzados con unidades dobles, llegaban bastante llenos a la parada de Emperador Carlos V, aunque donde más se notaba la gran afluencia era en el primer paso de peatones para acceder a esta emblemática zona de la ciudad. Tan lleno hacia un lado y hacia el otro que incluso había dos agentes de la Policía Local para controlar el transito de los peatones. Aunque había opiniones para todos los gustos, la feria, que como anunció el alcalde, Jorge Azcón, nace con voluntad de repetirse cada año, ha recibido muchos más aplausos que abucheos. 

A última hora de la mañana ya era un hervidero. Un ir y venir constante de visitantes que entraban o abandonaban ya el parque y que se entretenían posando junto al gran busto floral de Francisco de Goya que ha elaborado Flores Aznar como forma de conmemorar el 125 aniversario de su nacimiento. También se llevaba un buen puñado de flashes el cartel con el nombre del festival o los adornos que se han colocado un poco antes, obra del actual campeón de la Copa de España de Arte Floral, Carles J. Fontanillas. Una vez dentro, bastante donde elegir. Mientras unos optaban por comenzar visitando las elaboraciones paisajísticas que lucen, además del puente de los Cantautores, la fuente de Neptuno, la escalinata de acceso al Batallador o el quiosco de la Música, otros preferían por disfrutar de los talleres o de las actuaciones. También muchos iniciaban el recorrido visitando las casetas de floristas locales y comprando algún adorno.

Este sábado, quienes más están disfrutando son los niños. En eso estaban de acuerdo Chus y María José Alonso que poco después de las 13.00 emprendían ya el camino hacia el exterior. Para ellas, aunque han encontrado el parque "muy bonito" había "demasiada" afluencia. "Con tanta gente no se puede ver bien", ha señalado Chus, que ha asegurado que habrían estado "mucho mejor" con un 80% menos de aforo. El acceso al interior del recinto es, como siempre, libre, pero para entrar a la zona de las casetas o de los 'food-truck' había que guardar una fila que, en ocasiones ha llegado a superar el centenar de personas. Para Chus y María José, sería una buena opción alargar "unos días más" la duración del festival para poder escoger las horas con menos visitantes. 

También Lola Gilaberte y su hija Sofía abandonaban unos minutos más tarde el parque. Y lo hacían tras haber comprado unas cuantas flores. En concreto, tres cactus para el escritorio de la joven y un ramo de flores variadas en tonos morados que, en palabras de Lola, "alegra la vista". También salieron satisfechas, sobre todo, con la exposición de bonsáis. Otros, en cambio, aprovecharon para comer en la zona de picnic, que tenían ya casi todas las mesas ocupadas, o tomar algo en alguno de los quioscos. 

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