Jorge Espa, de La Prendería: "La gente se ha dado cuenta en la pandemia de lo que verdaderamente necesita en casa"

La tienda del Coso zaragozano, consagrada al mueble 'vintage', inicia una nueva andadura tras una reforma en la que se ha recuperado el sótano del local, donde la idea es hacer, entre otras cosas, pequeñas exposiciones

Desde 1992 lleva Jorge Espa buceando en el mobiliario y la decoración  de años pasados. Empezó en el corazón del Tubo, pasó por las calles Zumalacárregui y Manifestación, hasta llegar a un aparente chaflán del Coso bajo donde su tienda, La Prendería, se ha convertido en santo y seña de la decoración en Zaragoza

En estos años, gran parte del negocio del mueble antiguo ha mutado a otro concepto, el de 'vintage', que es el que Jorge ha acabado cultivando: "Ahora la gente no quiere mueble antiguo, si por eso se entiende ese tan pesado, de maderas labradas... Para empezar porque no puedes poner la tele en una cómoda Luis XV", explica.

Es precisamente el sincretismo entre mueble con solera y funcionalidad  lo que ha abierto camino al 'vintage', que bebe de décadas mucho más recientes, pero sobre todo de diseños prácticos y fácilmente combinables, que ahora se revelan como intemporales al casar a las mil maravillas con las necesidades y gustos de hoy en día. 

Jorge Espa señala al diseño nórdico, particularmente el entroncado con la Bauhaus, como el máximo representante de esta tendencia, que perdura e, incluso, va a más: "Yo vendo aparadores nórdicos sin parar. Hay de 500 o de 2.000 euros, que son ya como un Ferrari".

Sin embargo, llegar a normalizar el uso de este tipo de muebles, incluso de épocas más recientes ("ahora están muy en boga los años 80, con sus diseños cromados") no ha sido llegar y besar el santo para Jorge. En España ha costado más que en el resto de Europa, donde están más acostumbrados a valorar la almoneda: "Me acuerdo que al principio íbamos a algunas ferias con una mesa y sillas de formica y una lata de colacao y se nos reían".

Ahora es todo lo contrario: "La mayoría de las subastas de mueble antiguo que hay en Madrid son de 'vintage', relata Jorge, quien subraya que la calidad de un buen mueble de los 60 o del siglo XVIII es "exactamente la misma". Y es precisamente seleccionar piezas de calidad una de las piedras de toque de su negocio. "La gente lo valora mucho", señala el anticuario y decorador. Algo que, cuenta, "ha ido a más durante la pandemia". Llega a calificar de locura el cambio de chip en estos meses en cuanto a la percepción de la propia casa.

Acostumbrado a vender mucho fuera, particularmente sorprendido está con sus paisanos zaragozanos: "La gente en Zaragoza siempre ha vivido muy de puertas para fuera. Es algo que no sucede tanto en las grandes ciudades, donde, por ejemplo todo es más caro o viven lejos del centro y la gente se ve más obligada a estar en casa". Pero el obligatorio giro casero que han dado nuestras vidas ha situado a la gente en otro registro. Las reformas se han multiplicado, pero también el gusto por la decoración. "Hemos vivido más nuestras casas, las hemos conocido mejor y es entonces cuando la nos hemos dado cuenta de lo que verdaderamente necesitamos en casa".

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