comercio

Comercios de Valdefierro: emprendedores a la sombra de una gran superficie

La calidad de sus productos y servicios es la mejor arma para competir con un centro comercial que acapara buena parte de la cuota de mercado.

Frutería Verde que te quiero verde, en Valdefierro.
Frutería Verde que te quiero verde, en Valdefierro.
FRANCISCO JIMENEZ PHOTOGRAPHY

Muchos de los comerciantes que cada día suben la persiana de sus negocios en Valdefierro decidieron apostar por este barrio por la escasez de establecimientos. La calle más comercial de la zona es Federico Ozanam, donde conviven desde carnicerías hasta clínicas veterinarias, una conocida cadena de encurtidos o restaurantes de comida turca, entre otros.

En el resto del barrio abundan los bares, los talleres mecánicos y las tiendas de repuestos, aunque también hay sitio para peluquerías, mercerías o pequeñas tiendas de alimentación. Todas ellas trabajan condicionadas por la actividad de una gran superficie con la que apenas pueden competir en precios, pero sí en calidad.

Es el caso de Jorge Sebastián y Clara García, que hace cinco años abrieron la frutería Verde que te quiero verde, aprovechando que se jubilaban dos fruteros de la zona. Poco después abrieron otra en La Bozada. Sebastián, defensor del comercio de proximidad, asegura que las tiendas de barrio tienen muchas cosas que ofrecer a los ciudadanos frente a las grandes superficies. “Yo elijo el género diario, lo cuido de una forma diferente, siempre lo dejo bien colocado, retiramos el estropeado… No podemos competir en precios, pero sí en calidad”, asegura.

Jorge Sebastián, en Verde que te quiero verde, que abrió hace cinco años.
Jorge Sebastián, en Verde que te quiero verde, que abrió hace cinco años.
Toni Galán

Mientras atiende a una clienta llamándola por su nombre -cuenta que intenta recordar el de la mayoría de ellos- explica que no han parado de trabajar desde el inicio de la pandemia. “No cerramos nunca. Al revés, duplicamos horas”, dice sobre la etapa de confinamiento. “Siempre estaré agradecido por el apoyo de los clientes”, reconoce. Lo que ahora les gustaría es estar contemplados en algún grupo de vacunación por ser personal esencial y estar en contacto con decenas de personas cada día.

“Damos mucho servicio a los mayores”

Quien tampoco ha parado de trabajar desde que su peluquería de caballeros reabriera el 11 de mayo es Sofía Roy. Autónoma desde los 20 años, se inició en el negocio con su padre, que era barbero en Valdefierro, y hace 9 montó su propio establecimiento. Se siente afortunada por la confianza y el apoyo que han depositado en ella sus clientes, que ya saben que tienen que pedir cita con una semana de antelación para encontrar un hueco en su agenda. “Tengo suerte”, dice.

Sofía Roy regenta una peluquería que lleva su nombre en la calle Santa Bárbara.
Sofía Roy regenta una peluquería que lleva su nombre en la calle Santa Bárbara.
Toni Galán

Sofía trabaja en un local pequeño en el que únicamente están ella y el cliente, algo que gusta especialmente a las personas de avanzada edad. “El pequeño comercio da mucho servicio a los mayores. Tengo gente de 80 y 85 años y aquí se sienten muy tranquilos”, señala. No obstante, el miedo al contagio siempre existe entre quienes trabajan tan cerca de otras personas. “Hay días en los que te entran dudas: ¿lo estaré haciendo todo bien? La probabilidad está allí, pero de momento no he tenido ningún problema”, afirma.

Algo más les está costando arrancar a establecimientos como el de Luz Stella Morales. Regenta desde hace cuatro años Armonie Nail’s, que primero se ubicaba en la parte alta del barrio y ahora en la avenida de las Estrellas. “Empezamos muy flojito porque la gente tenía miedo a salir. Los confinamientos también nos afectaron, porque yo tengo clientas de Cuarte de Huerva, La Muela…”, explica. Además, está notando que con las limitaciones de reunión y las escasas celebraciones, la gente no se arregla tanto.

Luz Stella Morales en su centro de belleza.
Luz Stella Morales en su centro de belleza.
Toni Galán

Luz llegó a la capital aragonesa desde Linares. Antes había trabajado en Ibiza, en la zona ‘wellness’ del Hotel Pacha. Emprender no le fue fácil y ahora, trabajando entre 10 y 12 horas al día, consigue en el mejor de los casos sacar un sueldo. En el peor, únicamente cubrir gastos. La pandemia truncó los planes de crecimiento de esta esteticista, que tenía previsto incorporar a dos empleadas para sacar provecho a su local. “Tengo mucho espacio y los gastos son muy altos”, cuenta.

Las manicuras y los tratamientos faciales son los servicios más demandados por sus clientas. A muchas de ellas las nota tristes por la situación. “Hay gente que me cuenta que no se encuentra bien o que está con depresión. Muchas vienen a hacerse las uñas para sentirse mejor”, apunta.

“Para salvar el negocio hemos tenido que hipotecar nuestros ahorros”

Aunque tenía la posibilidad de abrir por ser considerado un comercio esencial, Eduardo Aísa decidió cerrar su negocio un mes y medio por responsabilidad y temor al virus. Aísa, vecino de Valdefierro desde hace dos décadas, está al frente de la papelería Babel.

El 1 de mayo volvió parcialmente a la actividad, acudiendo un par de veces a la semana a su tienda para realizar encargos y repartos entre sus clientes. “Creció la lectura, pero los niños, al no tener colegio, no reponían material escolar”, cuenta sobre las ventas de aquellos meses.

Eduardo Asín en su papelería-librería, en Federico Ozanam.
Eduardo Asín en su papelería-librería, en Federico Ozanam.
Toni Galán

Después llegaron julio, agosto y septiembre, una época fuerte para las librerías y las papelerías por el inicio del curso escolar. “El 90% del año lo facturamos entonces”, apunta Eduardo.

Este autónomo decidió no acogerse a ningún préstamo para compensar las pérdidas del cierre, aunque reconoce que lo habría necesitado. “Es triste. Los ICO son un negocio para los bancos y al final, es algo que hay que devolver”, lamenta. Para poder resistir, ha tenido que poner dinero de su bolsillo. “Para salvar el negocio hemos tenido que hipotecar nuestros ahorros”, concluye.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión