el comercio en la era covid en los barrios de zaragoza (II)

Barrio de Las Fuentes: entre el comercio tradicional y la llegada de savia nueva

Aunque predominan las tiendas textiles y de alimentación, en este barrio también tienen cabida proyectos que no admiten etiquetas como M0od Store, nacido en plena pandemia de la mano de dos jóvenes de 24 y 26 años.

Comerciantes y bares en el barrio de Las Fuentes
Comerciantes y bares en el barrio de Las Fuentes
Francisco Jimémez

Un paseo por las calles del zaragozano barrio de Las Fuentes basta para comprobar que las tiendas que predominan son las que se dedican a la alimentación y al textil. No obstante, en este distrito de 42.000 habitantes todo parece tener cabida. Y si no, que se lo digan a Cio y Christian, los dos jóvenes de 24 y 26 años que están detrás de Mood Store. El local abrió sus puertas en Salvador Minguijón el 15 de octubre de 2020, en plena pandemia. En él se entremezclan el diseño, la moda, el arte y el mundo audiovisual. Definirlo es complicado, aunque encaja dentro de la descripción de las ‘concept store’ que arrasan en las grandes ciudades.

“A mi me gustan la ropa y la moda y Christian se dedica al mundo audiovisual. Vimos el local y decidimos juntar las dos cosas sobre las que sabemos”, explica Cio. De sus dos pasiones nació una tienda en la que venden camisetas con diseños de artistas locales, tazas personalizadas y complementos, y en la que también se realizan sesiones fotográficas en un espacio que se puede alquiler. “Tenemos dos tipos de clientela: gente que viene a imprimir fotografías, personas que acuden a hacerse fotos de carné… y público joven que viene atraído por el arte, la moda y el diseño”, explica Cio.

Aunque son del barrio de Delicias, los creadores del proyecto vieron en Las Fuentes una oportunidad para probar suerte. Y les está yendo mejor de lo que pensaban. “Cuando los clientes entran por primera vez no saben ni qué tipo de tienda es, pero luego se sienten súper cómodos”, asegura Christian. Además, al haber nacido ya con limitaciones de aforo y horarios, cualquier relajación en las restricciones, por pequeña que sea, “se nota muy positivamente”.

Próximamente, estos dos jóvenes esperan poder incluir en su catálogo de servicios la organización de eventos y la realización de reportajes fotográficos de bodas o conciertos, entre otros. “En cuanto se pueda, también haremos una inauguración oficial de la tienda, que tenemos esa espinita clavada”, bromean.

“La gente viene para relajarse y no pensar en lo que está ocurriendo”

Aunque no es nuevo, el establecimiento que regenta Clara Seral ha experimentado muchos cambios en los últimos meses. Seral empezó a trabajar hace 17 años en lo que por aquel entonces era la herboristería La botica de Raúl. Aunque la transformación se empezó a fraguar hace un tiempo, la pandemia marcó un antes y un después en el negocio. “Tuvimos tiempo para pensar y decidimos que era el momento de dar un paso adelante y reorientarnos”, explica. Ahora, reconvertida en el Centro Luna Clara, ofrece tratamientos de belleza y bienestar natural. “Estamos notando que la gente viene para liberarse del estrés y tener un momento para estar relajado, sin pensar en todo lo que está ocurriendo”, añade.

Clara Seral, en el Centro Luna Clara de Las Fuentes.
Clara Seral, en el Centro Luna Clara de Las Fuentes.
Francisco Jimémez

Pese al drama que ha supuesto para muchos la pandemia, Seral sabe verle el lado más positivo. “A la gente le ha gustado mucho el cambio. Incluso se han adaptado a nuestra nueva forma de trabajar”, dice refiriéndose a las citas previas. “Esto nos ha ayudado mucho a dejar más tiempo entre un cliente y otro, y a trabajar con más tranquilidad, higiene y organización”, apunta.

Como los chicos de M0od Store, Clara también tiene pendiente la reinauguración de su proyecto. Se celebrará el próximo 25 de febrero sin actos presenciales, pero sí con sorteos en redes sociales y entregando a los clientes frascos de Aroma de Luna Clara.

Los hosteleros, los primeros interesados en que se cumplan las normas

Maribel Espinal y Ángel Pardos también son más que conocidos en Las Fuentes, pues llevan 23 años al frente del bar El Conde. Gracias a su fiel clientela confían en que su negocio sobreviva. “Lo estamos llevando muy mal, pero tenemos los mejores clientes del barrio y estamos muy orgullosos. Somos unos supervivientes, aunque esto no se ha terminado y no podemos cantar victoria todavía”, comenta Espinal.

El matrimonio ya tuvo que prescindir hace unos meses de una trabajadora y tras la marcha de otra empleada solo tienen a una camarera en plantilla. “Se nota muchísimo la caída de la facturación y los gastos son los mismos. A todo lo que estamos viviendo, que es horroroso, hay que sumarle la subida de los autónomos”, lamentan.

Maribel Espinal y Ángel Pardos llevan 23 años al frente del bar El Conde en el barrio de Las Fuentes.
Maribel Espinal y Ángel Pardos llevan 23 años al frente del bar El Conde en el barrio de Las Fuentes.
Francisco Jimémez

Muchos son los que acuden a este pub de estética irlandesa para tomar el primer café de la mañana o hacer una pausa para el almuerzo, aunque el adelanto del cierre a las 18.00 los fines de semana les ha hecho mella. “Se nos han cargado la noche, porque por la tarde esto es un bar de cafés y copas”, dicen Espinal, que todavía está a la espera de recibir los 1.000 euros de ayuda que les concedieron la última semana de octubre.

Con respecto a las críticas a la hostelería durante la pandemia, Maribel reconoce que lo comprende, aunque solo en parte. “Somos los primeros interesados en que se cumplan las normas: desinfectamos, no dejamos que la gente se aglomere… Pero es verdad que la gente se relaja mucho en los bares”, apunta.

La situación por la que pasan bares y restaurantes preocupa especialmente a la asociación que aglutina a los comerciantes de Las Fuentes, presidida por Aurora Sachez. “Están desesperados. A nivel económico estamos todos muy agobiados”, comenta.

Aurora Sachez, presidenta de la asociación de comerciantes de Las Fuentes, en la tienda que lleva su nombre.
Aurora Sachez, presidenta de la asociación de comerciantes de Las Fuentes, en la tienda que lleva su nombre.
Francisco Jimémez

Sachez tiene una tienda de ropa que lleva su nombre en la calle Leopoldo Romeo. Reconoce estar “muy contenta” con el apoyo recibido por sus clientes, pero las cuentas apenas salen. “Tengo más de 12.000 euros en ropa del año pasado sin vender”, lamenta.

A pesar de las difíciles circunstancias que le está tocando vivir, intenta hacer una lectura amable de la situación. “Lo único bueno es que los vecinos se han concienciado de la importancia de comprar en las tiendas del barrio”, concluye.

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