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Las dudas de la víctima impiden condenar a dos jóvenes por un mataleón en un garaje de Zaragoza
El denunciante fue abordado por la espalda y le apretaron el cuello hasta dejarlo sin sentido. En su declaración en comisaría identificó sin dudas a sus dos agresores, pero no hizo lo mismo hace unos días en el juicio.
Las dudas que mostró la víctima durante su declaración en el juicio han obligado a la Audiencia de Zaragoza a absolver a dos jóvenes para los que la Fiscalía pedía sendas penas de tres años y medio de prisión como autores de un mataleón en un garaje del Actur. Tras escuchar al denunciante, al que abordaron por la espalda y apretaron con fuerza el cuello hasta hacerle perder el conocimiento, el Ministerio Público decidió retirar los cargos contra Antonio F. M., de 25 años, y al que defendía Alfredo Medalón. Sin embargo, mantuvo la acusación contra el segundo investigado, Luis R. B., de 23 años. Ahora, la Sección Sexta concluye que tampoco hay pruebas para enviar a este último al centro penitenciario de Zuera, ya que el testimonio de la víctima carece de «fiabilidad» suficiente.
Los magistrados recuerdan que cuando compareció en comisaría, el denunciante identificó «sin ningún género de dudas» a Antonio F. M. como uno de sus agresores. Sin embargo, este se desdijo después en el juicio, lo que «lleva a la consideración de que su testimonio, aún mantenido respecto del reconocimiento de Luis R. B. como uno de los autores del hecho, no es suficiente para destruir la presunción de inocencia que ampara al acusado, por lo que la sentencia es absolutoria». Cabe recordar que el propio encausado, al que defiende la letrada Olga Oseira, también negó haber abordado e intentado asaltar a la víctima.
La Audiencia Provincial explica también que, cuando este hombre acudió a comisaría a denunciar la agresión, dijo que había visto a sus dos asaltantes, de los que retuvo características físicas e incluso vestimenta. «Sin embargo, en el acto del juicio, dice que uno estaba a la derecha en las escaleras y que a ese no lo vio», apunta el tribunal. Y son precisamente estas circunstancias las que le llevan a absolver al acusado. Los hechos se produjeron sobre las 21.30 del 20 de julio de 2019 en un garaje de la calle de Pablo Iglesias. Pero, de momento, quedarán impunes.
