Gallur vuelve a contar con vigilante de las vías de tren, aunque solo por las mañanas

Los vecinos exigen que también haya personal de seguridad por las tardes.

El personal de vigilancia, con chaleco reflectante, se ha reincorporado aunque solo por las mañanas.
El personal de vigilancia, con chaleco reflectante, se ha reincorporado aunque solo por las mañanas.
Noeli Barceló

La estación de tren de Gallur vuelve a abrir sus puertas y a contar con personal de seguridad que vigila que los pasajeros crucen adecuadamente las vías, aunque únicamente en horario de mañana. Esta semana se ha incorporado uno de los dos trabajadores con que se había contado hasta que a mitad de marzo del año pasado Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) comunicó a los usuarios que retiraba este servicio por la entrada en vigor del estado de alarma.

La Plataforma pro-apertura de la estación de tren considera que la llegada de un operario es una buena noticia, pero denuncia la precariedad del servicio que ha comenzado a prestarse en horario de 7.30 a 14.30.

"Estamos preparando una reclamación para pedir que se preste en su totalidad, ya que ahora solo se cubren con vigilancia 5 de los 12 convoyes que tienen parada en Gallur con el riesgo evidente para los usuarios del resto ", detalla Víctor Sentís. El problema para cubrir estas plazas puede estribar en su escaso atractivo para los trabajadores al estar ofertadas fuera de la capital, lo que hace necesario incrementar el tiempo de desplazamiento al lugar de trabajo.

La plataforma ya reclamó en julio la restitución de este personal ante el Ministerio de Fomento después de la mejoría de la situación sanitaria.

Este colectivo cuenta con el aval de la sentencia dictada en firme en septiembre de 2001 por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que a su vez atendía un informe elaborado por el Gobierno de Aragón dos años antes, en la que se obliga a Adif a dotar a estas instalaciones de las medidas de seguridad adecuadas.

La ubicación de este apeadero en una curva cerrada impide una correcta visibilidad de las vías, por lo que debe existir un refuerzo que minimice el riesgo de los viajeros cuando las cruzan para acceder a los trenes en el sentido Zaragoza. La presión vecinal ya logró el restablecimiento de este servicio después de que fuera suprimido en 1997. El Ayuntamiento también reclama la supresión del paso a nivel.

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