Las Casitas de los Libros de Cuarte se engalanan para recibir a San Valero

Las Casitas de los Libros de Cuarte de Huerva se han vestido para recibir a San Valero, patrón de Zaragoza. Estas pequeñas construcciones instaladas por el ayuntamiento de la localidad en el año 2015 ya se engalanaron para dar la bienvenida al invierno y también a la navidad.

Las responsables de que cambien de aspecto periódicamente son Anastasiya, Alicia, Alona y Carla, cuatro vecinas amantes de la lectura que se han propuesto dar un nuevo empujón al proyecto de intercambio de libros iniciado hace un lustro desde la concejalía de cultura. “Tomando café con unas vecinas les comenté me gustaría hacer algo con las casitas. Sobre todo, cuidarlas, porque cuando la gente ve que hay alguien detrás se cuidan más las cosas”, comenta Carla, una de las impulsoras de la iniciativa de decorar las casitas, ubicadas en el Bulevar de Cuarte, muy cerca del edificio del Ayuntamiento.

Este grupo de residentes también ha creado una página de Facebook para dar a conocer el proyecto entre los habitantes de la localidad. “Estamos en una época tan gris y triste que la lectura nos ayuda a evadirnos del mundo”, consideran. Desde su colocación, las casitas han albergado los libros que los vecinos han querido ir depositando para que otros pudieran leerlos. Aunque no siempre han sido tratadas con respeto, ya que en más de una ocasión sus puertas han aparecido estropeadas. “Las puertas se arreglaron un par de veces pero ya no las volvieron a poner. Sin puertas, los libros se mojan”, lamenta Carla.

El funcionamiento de las casitas es muy sencillo: cualquiera puede dejar un libro en ellas y coger otro para leerlo y devolverlo después. La intención de estas vecinas es convertir Cuarte de Huerva en una especie de biblioteca al aire libre, un objetivo que también persiguen desde el ayuntamiento. “El proyecto siempre ha funcionado, pero es satisfactorio ver que los vecinos se implican para hacerlo llegar a más personas”, comenta Eva Díez, concejala de Cultura y Festejos.

De hecho, el consistorio tiene previsto aumentar el número de casitas colocando más, especialmente en los parques, aunque será más adelante. “No en estos momentos, porque entendemos que la situación no es la más idónea”, explica Díez, refiriéndose a la pandemia. Precisamente la covid-19 ha hecho que se tengan que extremar las medidas de seguridad para que los intercambios de libros sean totalmente seguros. Las cuatro vecinas mantuvieron hace tan solo unos días una reunión con las responsables de Cultura en la que acordaron, entre otras cosas, que los ejemplares tengan que guardar cuarentena.

De forma altruista, un carpintero está ultimando unas nuevas puertas para las casitas, en las que se colocarán unos candados. “Hemos decidido que estén 7 u 8 días en cuarentena para evitar riesgos. Mientras que los de una casita estarán disponibles para coger un determinado día, los de la otra permanecerán en cuarentena”, afirma Díez.

Además, para identificar los libros que forman parte de este proyecto, las vecinas han ideado un logotipo para crear un sello de caucho con el que marcarlos. “Uno de nuestros miedos es que alguien comercialice con ellos. Nos gusta mucho la idea del libro viajero, pero no queremos que la gente se haga una biblioteca en casa a costa del proyecto”, reconoce Carla.

A juzgar por la cantidad de libros que hay en las casitas -están prácticamente llenas-, la iniciativa está llegando cada vez más a más vecinos. Aunque Carla y sus compañeras no quieren que esto quede allí: “Tenemos muchas ideas. En primavera nos gustaría hacer cuentacuentos, porque Cuarte es un pueblo en el que hay muchos niños, aunque con las restricciones igual hay que hacerlo virtual”, considera. Por el momento, ya están pensando en como decorarán las casitas de cara a próximos acontecimientos.