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Cuatro antifascistas se juegan penas de 6 años por los disturbios previos a un mitin de Vox en Zaragoza

Los acusados lanzaron piedras y adoquines a los antidisturbios, lesionando a siete de ellos. La protesta acabó en una batalla campal junto al campus universitario con contenedores quemados y diez coches dañados.

Los antidisturbios tuvieron que cargar varias veces contra los manifestantes.
Los antidisturbios tuvieron que cargar varias veces contra los manifestantes.
Francisco Jiménez

La Audiencia de Zaragoza sienta este lunes en el banquillo a cuatro de los seis jóvenes antifascistas –los otros dos eran menores– que fueron detenidos el 17 de enero de 2019 por los graves disturbios que se produjeron en pleno centro de la capital aragonesa durante una protesta previa a un mitin de Vox en la Sala Mozart del Auditorio. La marcha se convocó a través de las redes sociales y logró reunir a más de 200 personas, contra las que la Policía Nacional tuvo que cargar junto al campus de la plaza de San Francisco tras recibir una lluvia de piedras y adoquines. La Fiscalía acusa a los arrestados de prender fuego a tres contenedores, causar daños en diez vehículos y lesionar a siete antidisturbios. Uno de ellos, tuvo que pasar por el quirófano y todavía no se ha recuperado por completo. De ahí que les atribuya los delitos de atentado, desórdenes públicos, lesiones y daños y pida para cada uno de ellos hasta seis años de prisión y varias multas.

La Abogacía del Estado también contará hoy con un representante en el juicio, ya que se personó en la causa para defender los intereses de los agentes lesionados y del Cuerpo Nacional. Esta parte pide incluso una condena mayor –seis años de prisión– para los cuatro antifascistas: Francisco Javier A. V., Antonio Daniel L. D., Adrián L. R. e Imad M. B. Además de las penas de cárcel, la Abogacía del Estado solicitará al tribunal que obligue a los acusados a indemnizar a los heridos con casi 23.000 euros, cantidad a la que habría que sumar otros 11.000 por las daños causados a los vehículos oficiales apedreados.

Como perjudicados reclaman también la Universidad de Zaragoza –los alborotadores arrancaron parte del pavimento y rompieron cristales en la biblioteca María Moliner–, la empresa FCC –por los tres contenedores quemados– y los propietarios de seis turismos.

Hasta 200 manifestantes

Tras una pancarta que rezaba «combatir el fascismo, recuperar las calles», unas 25 personas se congregaban aquella tarde con el rostro cubierto a la entrada del Parque Grande. Poco a poco fueron sumándose individuos hasta alcanzar los 200 manifestantes, entre los que se incluían los ahora acusados. Su intención era dirigirse hacia las puertas del Auditorio de Zaragoza para mostrar su rechazo al acto de Vox. Sin embargo, la Policía Nacional dispuso una barrera que les cortó el paso y redirigió hacia la plaza de San Francisco. La marcha afectó al tráfico rodado e incluso obligó a suspender media hora el tranvía. Las hostilidades se incrementaron a la altura de la calle de Luis Vives, donde se produjeron los primeros enfrentamientos entre los antifascistas los agentes.Pero lo peor estaba por llegar, ya que fue a las puertas del campus donde se produjeron las cargas.

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