Una familia de Villanueva de Gállego, al banquillo por robar luz para cultivar droga

La Audiencia de Zaragoza sentó este lunes en el banquillo de los acusados a una vecina de Villanueva de Gállego, María Pilar J. J., y a otros cuatro miembros de su familia como presuntos integrantes de una organización que se dedicaba a ‘pinchar’ el tendido eléctrico para robar luz y cultivar marihuana. La Fiscalía considera que esta mujer, sus dos hijos y sus respectivas parejas tenían roles perfectamente definidos dentro del clan, que distribuía después la droga entre los vecinos del municipio. Y de ahí que pida para ellos sendas penas de seis años de prisión. La acusación pública cifra en 13.104 euros el perjuicio causado por la sustracción del suministro eléctrico, cantidad que la familia deberá devolver también a Endesa.

Los hechos que llevaron a la detención de estas cinco personas se remontan a la primavera de 2018, cuando la Guardia Civil descubrió que se estaba cultivando cannabis en dos plantaciones ‘indoor’ ocultas en sendas viviendas de Villanueva de Gállego: una en la calle de Sagunto y otra en la de Salvador Allué. Durante el registro de las mismas se localizaron hasta 112 plantas, así como varios paquetes de semilleros, fertilizantes y abundante material para la manipulación de la marihuana una vez recolectada.

Con el fin de acelerar el crecimiento de los tallos, los acusados    instalaron potentes luminarias y ventiladores.El consumo de energía era elevado, pero la familia no abonaba absolutamente nada puesto que se había llevado a cabo una conexión ilegal a la red.

Los encausados se negaron ayer a contestar a las preguntas del ministerio público y se limitaron a dar su versión de los hechos a la defensa, a cargo de la letrada Carmen Sánchez. Los varones reconocieron ser los dueños de las plantaciones de cannabis y exculparon a las tres mujeres, lo que llevó a la letrada a pedir la absolución de estas últimas. En cuanto a ellos, pidió que sus condenas se reduzcan a un año de prisión, ya que alega que los 35 gramos de anfetamina hallados en los registros eran para consumo propio.

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