El castillo de Trasmoz vuelve a manos públicas

La fundación que poseía la emblemática fortaleza la ha cedido al Ayuntamiento, que espera acometer su rehabilitación con la ayuda de las distintas instituciones.

Vista de Trasmoz y el Somontano del Moncayo que se disfruta desde la torre del homenaje.
Vista de Trasmoz y el Somontano del Moncayo que se disfruta desde la torre del homenaje.
Laura Uranga

El castillo de Trasmoz, al que han dado popularidad las leyendas de Bécquer y las historias de brujas, ya es de propiedad municipal. Perteneció durante muchos años a una fundación privada de la familia de Manuel Jalón, el inventor de la fregona, que se enamoró de la fortaleza y la adquirió en la década de los 70, "cuando el Estado español subastaba entre sus bienes castillos que se encontraban en ruinas", cuenta el escritor y profesor de la Universidad de Zaragoza, José Luis Corral, que presidió la entidad sin ánimo de lucro durante los últimos tiempos.

La pandemia y el estado de alarma han retrasado el momento de oficializar lo que puede ser un día histórico para esta pequeña localidad de la comarca de Tarazona y el Moncayo, con 89 vecinos empadronados. Desde finales de 2019, la Fundación está disuelta, pero la firma de la escritura ante notario se ha ido retrasando en el tiempo. Está previsto que tenga lugar la semana que viene si no surgen contratiempos de última hora.

¿Qué va a suponer este cambio? Corral y el alcalde de Trasmoz, Jesús Andía, coinciden en que se abre una nueva etapa para el fortín que, al pasar a ser patrimonio de todos, podrá recibir subvenciones de las instituciones públicas, algo que no era posible en los últimos años.

La parte que se ha restaurado hasta ahora es la torre del homenaje, cuya reconstrucción se inauguró en julio de 2002 tras varios meses de obras y excavaciones arqueológicas. Se trata de la zona que en torno a 1125 utilizó el rey Alfonso I. Consta de cuatro plantas donde hoy se guardan parte del museo de la brujería que existió en el pueblo y una exposición de las piezas halladas en las excavaciones, entre ellas un colección del ajuar del último señor feudal del castillo de Trasmoz, Pedro Manuel Ximénez de Urrea (1485-1524).

Para un municipio con un presupuesto anual que ronda los 200.000 euros, la rehabilitación del conjunto pasa necesariamente por la búsqueda de subvenciones y aportaciones. "Este año ya teníamos intención de presentar una propuesta a las ayudas para la recuperación de patrimonio de la DPZ pero todavía no estaba cerrada la cesión", señala el alcalde.

Instrumentos de tortura

¿Cuál es el objetivo a partir de ahora? "Lo primero será poder contar con un arquitecto que redacte el proyecto de consolidación y rehabilitación por fases, que sabemos que será muy ambicioso y costoso", asegura con los pies en la tierra el primer regidor. "También vamos a impulsar una asociación de amigos del castillo en la que pueda integrarse toda la gente interesada en colaborar y defender este patrimonio", añade.

Hasta entonces ya hay proyectos que se van a poner en marcha. El Ayuntamiento, explica Andía, va a financiar la instalación de una nueva exposición en la torre del homenaje sobre instrumentos de tortura, castigo y humillación que se utilizaron durante la Inquisición contra las supuestas brujas. Entre otros aparatos, se expondrán la guillotina, la doncella de hierro, garrotes o cinturones de castidad. "Ya nos hemos puesto en contacto con un equipo de especialistas y la inversión rondaría los 20.000 euros, una cantidad que el Ayuntamiento puede asumir. La gente viene a Trasmoz buscando misterio y brujería y creemos que es un atractivo añadido", dice el alcalde.

Consolidar la puerta de entrada al recinto es una de las actuaciones que habría que acometer con cierta urgencia, para evitar que su deterioro vaya a más y se produzca algún desprendimiento de materiales. El 80% de la fortificación está pendiente de rehabilitarse. La torre del homenaje ya restaurada y el recinto interior oval son del siglo XII, mientras la muralla exterior con las almenas tapiadas se construyó en la Baja Edad Media tras los sucesivos enfrentamientos con los reyes de Navarra y Castilla. Su estratégica posición, en lo alto de un escarpado cerro, hacían de él un punto clave dentro del sistema de defensa. Desde lo alto de la torre del homenaje, cuando está abierta, se puede disfrutar de una impresionante vista del Somontano del Moncayo.

5.000 visitas al año solo los fines de semana

Cerca de 5.000 personas acuden cada año al castillo de Trasmoz  (ahora cerrado al público) atraídos por las leyendas sobre aquelarres inspirados en él. Y eso que solo se puede visitar los fines de semana, poco más de una hora cada día, desde Semana Santa a octubre. Desde octubre del año pasado permanece cerrado al público por la pandemia y la intención del Ayuntamiento, si las circunstancias sanitarias lo permiten, es abrirlo en 2021. "Ya tenemos a una persona buscada para que lo enseñe y lo que vamos a hacer es ampliar los horarios. Queremos ofrecer una ruta que incluye también un circuito por el pueblo con el obrador de los panes para celíacos, la quesería y el aceite", asegura el alcalde, Jesús Andía.

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