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Crimen calle Princesa: "¡Ojalá hubiera podido evitar este asesinato, estoy viviendo una pesadilla!"

Un jurado popular juzga desde este martes en Zaragoza al único adulto presuntamente implicado en el asesinato de Sami Hamidi, de 20 años, a las puertas de la discoteca Trópico de la capital aragonesa.

El acusado, Denis Javier López, junto a su abogado, Alejandro Giménez, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
El acusado, Denis Javier López, junto a su abogado, Alejandro Giménez, durante el juicio celebrado en la Audiencia de Zaragoza.
Oliver Duch

El próximo 18 de noviembre se cumplirán dos años del asesinato de Sami Hamidi, el joven de 20 años al que seccionaron la arteria femoral con un machete a las puertas de la discoteca Trópico, en la calle Princesa de Zaragoza. Por estos hechos fueron ya juzgados y condenados tres menores: el autor material del crimen, de 17 años, y los dos amigos, de 16 y 17 años, que le ayudaron a acorralar a la víctima. Sin embargo, la Policía detuvo a una cuarta persona por este crimen. Se trata de Denis Javier López Carrasco, de 22 años, al que un jurado popular ha comenzado a juzgar este martes en la Audiencia Provincial como cooperador necesario del asesinato. Por ser mayor de edad, este no pudo ser enjuiciado junto al resto de implicados y se enfrenta a una condena muy superior. Porque si al autor del machetazo mortal le impusieron ocho años de internamiento y tres de libertad vigilada, este acusado se enfrenta ahora a una pena de hasta 25 años de prisión.

“¡Ojalá hubiera podido impedir este asesinato, porque estoy viviendo una pesadilla”, ha declarado esta mañana Denis Javier López, un joven nicaragüense que apenas llevaba tres meses en Zaragoza cuando se produjo el crimen de la calle Princesa. “He coincidido con un primo y otros amigos del fallecido en prisión y me han dicho que saben que yo no tengo nada que ver, que el verdadero culpable anda por ahí suelto”, ha dicho también. Porque el acusado mantiene que hay una serie de personas han declarado contra él para tratar de proteger a alguien. De hecho, ha insistido en que él apenas conocía al resto de implicados en el asesinato ni era consciente de que estuvieran preparando una encerrona a nadie.

Basándose en el relato de los testigos, que declararán este miércoles en el juicio, las acusaciones sostienen que Denis Javier López no solo presenció el crimen sino que tuvo una participación directa. Aseguran que jaleó al homicida gritándole “¡mátalo, mátalo!”, y que cerró el paso a la víctima -a la que habían acorralado contra la pared de un garaje- para impedirle huir. Es más, la Fiscalía y el abogado Carlos Vela, que representa a la familia de Sami Hamidi, mantienen que el ahora acusado llegó a amenazar a un amigo del fallecido para que se marchara de allí, impidiendo que auxiliara al joven argelino.

Habían celebrado una fiesta

Pero el acusado lo niega todo. Durante su declaración, ha explicado que el conoció a Kiko -apodo por el que se conoce a F. G. S., autor material del crimen- “a los pocos días de llegar a España”, que se cayeron bien y que le ofreció una habitación en su casa. Según Denis Javier López, la noche en que ocurrieron los hechos se había celebrado antes una fiesta en esta vivienda “para despedir a Versache, un chico que iba a entrar en el reformatorio”. “Allí se presentaron unas 25 personas, pero yo no conocía a casi nadie. De hecho, tampoco me habían invitado. Fue después, al marcharse, cuando me dijeron si quería ir con ellos a la discoteca Trópico, que en donde iban a continuar la celebración”, ha explicado el encausado.

“Este chico pesa menos de 40 kilos, es imposible que pudiera obstaculizar la escapada a nadie”

Sin embargo, el presunto asesino ha dicho que ni estaba con Kiko cuando atacaron a la víctima ni participó “de ninguna manera” en la encerrona. “Yo había entrado al bar a pedir unas cerveza y las estaba sacando a la calle cuando escuché todo el jaleo. Simplemente, nos acercamos a ver qué pasaba. Vimos a uno chico con un corte en la pierna, pero seguía caminando y no parecía muy preocupado por la herida”, ha declarado. Pero lo cierto es que el machetazo que asestaron a Sami Hamidi le causó un corte de 13,7 centímetros de profundidad que le seccionó la femoral. “Les juro que yo no tuve que nada que ver, alguien se está confundiendo conmigo”, ha insistido el procesado.

La defensa, de la que se encarga el letrado Alejandro Giménez, asegura que su cliente fue “un mero espectador”. “Este chico pesa menos de 40 kilos, es imposible que pudiera obstaculizar la escapada a nadie”, ha dicho, cuando ha presentado el caso ante los nueve integrantes del jurado popular que la próxima semana emitirá un veredicto. “No tengan presión por declarar no culpable a este joven -ha añadido el abogado-, porque la Justicia ya ha dado un castigo por la muerte de Sami”.

La acusación particular considera que el crimen de la calle Princesa de Zaragoza fue una especie de prueba a la que se sometió el autor material para ser admitido en la banda latina Dominicans Don't Play. Sin embargo, en el primer juicio -en la jurisdicción de menores- no se pudo considerar probado este hecho y, por ello, el presidente del tribunal del jurado no ha permitido este martes a la familia del fallecido que acuse también al procesado por pertenencia a grupo criminal. El juicio continuará este miércoles con las declaraciones de los testigos.

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