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La pandemia impide lograr “el mejor año en la historia” en materia de congresos en Zaragoza
El impacto económico de estos eventos a lo largo del año pasado en la capital aragonesa fue de 56 millones de euros. La previsión para 2020 era aún mejor.
Hay turismo más allá de la playa, la montaña o las grandes urbes. En el que el viajero no busca la desconexión del trabajo sino todo lo contrario: compartir conocimientos técnicos, crear relaciones profesionales o estrechar lazos comerciales. Se trata del turismo de congresos, una industria al alza que mueve cada año miles de ponentes y asistentes por toda la geografía nacional, dejando un impacto económico nada desdeñable en las ciudades que los acogen. En Zaragoza se organizaron el año pasado 530 reuniones de este tipo, dejando 56 millones hoteles, restaurantes, bares y otros negocios de la capital aragonesa, según las estimaciones del Ayuntamiento.
El crecimiento en el volumen total de eventos y en el número de participantes ha sido palpable en los últimos cursos, y las previsiones para el actual eran incluso más optimistas, según explica Miguel Ángel Argente, director de Zaragoza Congresos: “La previsión a principio de año era fabulosa. Iba a ser el mejor año de la historia por número de eventos e importancia de los mismos, algunos de ellos con más de un millar de inscritos, como el de alergología o el de pediatría. Por no hablar del congreso de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, que iba a reunir en octubre a más de 5.000 profesionales sanitarios en el Palacio de Congresos, o el Congreso Mundial de Periódicos, que se pospone a junio de 2022”.
La llegada del coronavirus ha trastocado las buenas estimaciones. “Desde el principio de la pandemia se fueron posponiendo a otoño o cancelando distintos eventos. Llegado otoño, y en vistas de que la situación no mejora, vemos cómo se sigue atrasando la celebración de muchos de ellos”, abunda Argente.
Algunas de las reuniones programadas para este mes eran las de la Sociedad Española de Anestesia Regional, que contaba con 600 participantes y que ahora solo se realizará de forma virtual, lo cual les ha hecho perder cientos de inscritos. Lo mismo ocurre con el evento de los endocrinos pediátricos, que iba a congregar más de medio centenar de profesionales. “Este año se llevará a cabo mediante una plataforma digital, pero la idea que tienen todas las entidades es recuperar el formato tradicional en cuanto se pueda”, indican los organizadores de una cita que se habría prolongado durante tres días en la ciudad.
El responsable de Zaragoza Congresos considera que el vuelco hacia lo online no deja de ser un parche hasta que la situación sanitaria recupere una verdadera normalidad: “Un congreso no son solo unas charlas. Es una reunión profesional en toda regla en la que se encuentran colegas de un mismo gremio, se abordan ventas, se tejen redes de contactos… Pero también son vivencias turísticas y gastronómicas. A la gente le gusta viajar a las ciudades, conocerlas, vivirlas y alojarse en buenos hoteles como los que hay en Zaragoza”.
“Para los hoteles, restaurantes, bares y empresas dedicadas a la organización de eventos es un contratiempo muy importante, por eso hemos actualizado el plan de actuación y vamos a poner los medios para retomar el pulso prepandemia en cuanto la situación lo permita”, concluye Argente, quien invita a “no ser pesimista”, ya que se trata de una fuente de ingresos para la ciudad que se recuperará “de la mano de la realidad sanitaria”. Para facilitar el periodo de transición, Zaragoza Congresos canceló las cuotas a sus socios a mediados de junio.
Turistas que “no escatiman”
Fuentes del sector hotelero lamentan “la puñalada” que supone la pérdida de este tipo de turistas del ámbito profesional, que “sin menospreciar a otros, son muy importantes, en el sentido de que no suelen escatimar en gastos. No podemos pasar por alto el poder adquisitivo de muchos de los congresistas, como es el caso de los médicos, cuyo gasto supera la media de una familia que pasa una noche o dos en la ciudad”.
