movilidad

Un zaragozano crea Zicler, una estación para patinetes

Gracias al emprendedor Francisco Javier Lana habrá cinco lugares donde dejar estos vehículos en Zaragoza. Tres estarán en centros comerciales y dos en suelo municipal.

Vista de una de las estaciones donde dejar patinetes y bicis.
Vista de una de las estaciones donde dejar patinetes y bicis.
EFE

En muchas ocasiones, una nueva propuesta en el mercado surge de la necesidad detectada por su propio creador. El zaragozano Francisco Javier Lana siempre encontraba dificultades para aparcar con seguridad su patinete, y de ahí nació Zicler, una estación para bicis y patines con sistema de carga y custodia. «Me movía en patín y siempre encontraba el problema de que cuando iba a los sitios no sabía dónde dejarlo. Llegabas a un lugar y tenías que ir con tu patín, subirlo y bajarlo», explica el promotor del proyecto: una instalación para guardar los Vehículos de Movilidad Personal (VPM).

Las primeras cinco estaciones de Zicler llegarán a Zaragoza en octubre, con tres ubicaciones privadas en centros comerciales y dos en suelo municipal, para permitir ordenar estos vehículos en el centro de la ciudad. Cada una de ellas tendrá capacidad para diez patines (mecánicos o eléctricos) y seis bicicletas (urbanas, eléctricas o híbridas), aunque este aparcamiento es «adaptable completamente al entorno».

Cuando se estudien los datos de movilidad gracias a la aplicación con la que funciona, cada estación se podrá configurar para dar un mayor servicio a unos vehículos u otros en función de la demanda. «La escalabilidad es brutal», señala el director de Zicler, quien ya está trabajando para prestar servicio «en un corto futuro» también a motos y coches eléctricos.

Este particular estacionamiento permitirá cargar los vehículos mientras están aparcados y anclados, protegidos ante el robo con un seguro y vigilados por un circuito cerrado de televisión. Las estaciones exteriores contarán con un panel solar que apoye a la energía eléctrica y aunque en los interiores no será posible valerse del sol, Lana apunta que «una estación completa, que son 16 vehículos, a máximo rendimiento, consume como un secador de pelo». «Es ínfimo cargar un patín eléctrico, es prácticamente como lo que cuesta cargar un móvil», ilustra.

El problema es que los patinetes eléctricos tienen una autonomía de unos 25-30 kilómetros, lo que en muchas ocasiones no permite hacer «un movimiento normal por la ciudad»; a diferencia de la bicicleta eléctrica, que cuenta con unos 100 kilómetros. Por eso, en la prueba piloto que arrancará en octubre, la posibilidad de carga se centrará en los patines, con la vista puesta en las motos y los coches eléctricos que, como señala Lana, no tienen más demanda «porque la gente no sabe dónde cargarlos».

El plan de este emprendedor es que Zicler esté presente en Zaragoza en 2021 con 22 estaciones, para más tarde expandirse a grandes ciudades en las que ofrecerá no solo aparcamiento para propietarios de un VMP, sino también para las compañías que ofrecen su alquiler. «Ahora los puedes aparcar donde quieras, pero eso a la vez genera un problema. El ayuntamiento tiende a facilitar la movilidad urbana, pero esos patines tienen que aparcarse en algún sitio; lo que no es lógico es que estén abandonados en las esquinas, tirados en cualquier rincón o sin protección», señala.

La idea de este emprendedor licenciado en Derecho ya se encuentra en fase de pruebas en el Instituto Tecnológico de Aragón. Lana menciona junto a ITA Innova todas las entidades que colaboran en el proyecto: Línea y Diseño (que se ha ocupado del desarrollo industrial) y Factory Apps (encargada de la aplicación móvil que sirve para gestionar reservas).

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