situación de la hostelería 

"Las demás crisis las hemos podido apalear, pero esta vez no depende de nosotros"

Dora Gracia, de Doña Casta, El Balcón y 7 Golpes, cree que la hostelería atraviesa una situación "alarmante" que nada tiene que ver con la crisis de hace una década

Dora Gracia, en una mesa exterior de Doña Casta, ayer.
Dora Gracia, en una mesa exterior de Doña Casta, ayer.
José Miguel Marco

Con el histórico Tubo casi irreconocible, los bares asentados en estas calles del Casco Histórico se afanan en seguir funcionando, a trompicones, pese a los obstáculos que la pandemia del coronavirus no para de poner en el camino. La situación ha cambiado mucho en muy pocos meses, y nada tiene que ver esta crisis con la que se sufrió hace un década. En esta ocasión la incertidumbre lo tiñe todo. "Es muy alarmante", lamenta Dora Gracia, cocinera y propietaria de tres negocios en la zona.

"Las demás crisis las hemos podido apalear, con ofertas y echándole imaginación, pero esta vez no depende de nosotros", apunta. Según cuenta, el nivel de venta conjunto en Doña Casta, El Balcón del Tubo y 7 Golpes se encuentra un 80% por debajo de lo que era habitual antes de la llegada de la covid. "Y exagero", añade con preocupación. De hecho, el último ni siquiera ha llegado a abrir de nuevo sus puertas.

De los 40 empleados que forman la plantilla de estos establecimientos, solo están en activo 12, el resto siguen en ERTE a la espera de que la afluencia mejore. "No podemos sacarlos –explica–. Es un desastre total". "Los meses de julio y agosto antes eran muy buenos. Zaragoza se quedaba vacía pero venía todo el mundo", recuerda Gracia, que cree que la prohibición de fumar va a servir para perder aun más clientela.

Además, pide poder volver a usar la barra, tan clave en locales como los suyos, ya que, enfatiza, "los bares nunca habían estado tan limpios y desinfectados". 

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