El plan del Ayuntamiento de expandir la zona azul y naranja por buena parte de la ciudad cuenta con el visto bueno de la mayoría de los barrios, que ven en esta iniciativa una fórmula adecuada para acabar con la saturación de los estacionamientos de sus calles, muchas de ellas utilizadas como aparcamientos disuasorios por parte de conductores que se dirigen al centro. En cualquier caso, reclaman al gobierno PP-Cs que se apueste por la zona ESRE, la de residentes, antes que la ESRO, la de rotación, y que las tarifas no se incrementen.

El responsable del área de Movilidad de la Federación de Barrios de Zaragoza (FABZ), Juan Carlos Crespo, considera la ampliación del estacionamiento regulado «una idea muy buena», aunque solicita aprovechar la iniciativa para aplicar criterios de progresividad a las tarifas. «Hay que tener en cuenta la renta de los vecinos», apunta. Además, propone que los comerciantes también puedan beneficiarse de las zonas naranjas, hasta ahora restringidas a los residentes, y apuesta por impulsar proyectos de supermanzanas y calzadas a cota cero.

Proceso participativo

La concejal de Movilidad, Natalia Chueca, señaló que el Consistorio ha recibido «muchas peticiones» para ampliar la zona naranja, y que ahora se está haciendo un trabajo de análisis de cara a la licitación del contrato de gestión del servicio, que caduca en octubre. El Ayuntamiento está manteniendo reuniones con las juntas de distrito para conocer su opinión, ya que la ampliación de la zona azul y naranja no se impondrá a los barrios que se opongan, según la edil.

En concreto, el Consistorio prevé triplicar las 6.500 plazas de estacionamiento regulado que existen en la actualidad hasta alcanzar una cifra que oscile entre las 18.000 y las 20.000. El objetivo es instalarlas en los barrios limítrofes con el centro de la ciudad –donde ya existe la zona azul y naranja–, para evitar que se usen sus calles como aparcamientos disuasorios.

José Luis Zúñiga, presidente de la Asociación de Vecinos Manuel Viola de Las Delicias, considera que se trata de una «propuesta interesante» ya que se prima la zona naranja sobre la azul (en una proporción aproximada de 60%-40%). «La gente usa nuestro barrio como aparcamiento para ir al centro, esto sería una solución», defiende.

En la misma línea se posicionan distritos como San José –donde incluso han pedido más plazas de las que ofreció el Ayuntamiento–. Otros, como La Romareda o el Rabal, ven con buenos ojos la propuesta, aunque con matices y según las calles por las que se apueste, mientras que en La Almozara rechazaron el ofrecimiento, al menos de momento. Allí las entidades vecinales pidieron un estudio detallado de la situación del barrio y que, en caso de regular el estacionamiento, no suponga un coste para los vecinos.