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Acusan a un joven de violar a una chica en plenas fiestas de Cuarte

La Fiscalía pide 7 años de prisión para el presunto agresor, que asegura que la víctima miente y solo estuvieron "hablando".

El acusado, en los pasillos de la Audiencia de Zaragoza, antes del juicio.
El acusado, en los pasillos de la Audiencia de Zaragoza, antes del juicio.
HA

La violación de una joven durante los Sanfermines de 2016 por un grupo de cinco amigos en el que se bautizó como el caso de ‘La manada’ supuso que grandes capitales como Zaragoza reforzasen la seguridad durante sus fiestas e incluso llegasen a paralizarlas para condenar cada nueva agresión sexual. Sin embargo, como quedó patente en el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial, las violencias machistas no se circunscriben al ámbito urbano y también se perpetran durante los festejos patronales de municipios como Cuarte de Huerva. De hecho, la Fiscalía solicitó este jueves siete años de prisión o en su caso la expulsión del país para un joven al que acusa de violar a una chica en plenas fiestas junto al recinto de las peñas.

Según el ministerio público y la acusación particular, que ejerce Olga Oseira en nombre de la denunciante, la joven estaba el 27 de julio con su amiga y su hermana cuando el encausado, al que conocía y con el que se había cruzado algún mensaje a través de las redes sociales, le dijo que tenían que hablar. Ella lo acompañó a un banco próximo, pero, cuando quiso darse cuenta, él le estaba empujando la cabeza hacia abajo para introducirle el pene en la boca. Se trataría por tanto de un acceso carnal con violencia, de ahí que hablen de violación y no solo de agresión sexual.

El presunto violador, un veinteañero identificado como Juan Estibel F., lo negó todo ante el tribunal, al que intentó convencer de que tenía una relación «cordial» con la chica y únicamente se apartaron un rato para charlar. Es más, el encausado dijo no entender a qué obedecía la denuncia y dejó entrever que la chica se la podía haber inventado por miedo. «Mi expareja y ella eran amigas, e igual temía que al enterarse de que habíamos estado juntos le pidiera explicaciones», apuntó.

«Siempre ha sido una chica muy fuerte, pero, cuando lo ha visto llegar hoy, se ha puesto como loca»

Los hechos enjuiciados se produjeron hace ahora un año, pero la víctima todavía siente «horror» al ver al acusado. «Siempre ha sido una chica muy fuerte, pero, cuando lo ha visto llegar hoy, se ha puesto como loca», explicaba a los magistrados el padre de la joven. Para evitar el contacto directo, la víctima declaró detrás de un biombo. «Yo nunca he quedado a solas con este chico y la última vez que nos cruzamos mensajes fue un mes antes de los hechos», manifestó la joven para aclarar que aquel día no tenían previsto verse. «Fue todo muy rápido, me pilló por sorpresa y me quedé en shock», aseguró. «Le di un empujón para apartarlo –añadió la joven, que no reclama ningún tipo de indemnización– y no fue hasta que regresé con mi hermana y una amiga cuando rompí a llorar».

La supuesta violación se produjo en la calle donde se instalan las casetas de las peñas juveniles durante las fiestas. Se da la circunstancia de que a esa misma hora se dio aviso de una pelea multitudinaria en la zona, por lo que se desplazaron hasta allí varias patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil. Fueron precisamente estas las primeras en atender a la víctima y en ponerse a buscar al agresor. «Cuando lo detuvimos, estaba muy tranquilo. Dijo que las chicas de hoy no sabían beber y cosas parecidas», declaró un agente. El acusado pasó un mes en prisión provisional, pero actualmente está libre.

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