sucesos

Los amigos del joven ahogado en Peñaflor denunciaron su desaparición 26 horas después

Saltó de la peña del Cuervo y se sumergió en el cauce el día 23, pero sus acompañantes, también de 18 años, no fueron a la comisaría de la Policía Nacional hasta el 24. La Guardia Civil recibió el aviso y lo empezó a buscar el día 25 y halló su cadáver. 

Imagen de la Guardia Civil buscando el cuerpo del joven desaparecido.
Imagen de la Guardia Civil buscando el cuerpo del joven desaparecido.
Guardia Civil

Un joven de 18 años, vecino de Zaragoza, murió el pasado miércoles ahogado en el Gállego tras lanzarse al agua desde la conocida como peña del Cuervo, a 12 metros de altura. El chico, que según sus amigos no sabía nadar bien y había estado tomando cervezas, se sumergió en el cauce y ya no salió. A pesar de que lo estuvieron buscando y no dieron con su paradero, sus dos amigos no denunciaron los hechos hasta 26 horas después.

Según fuentes policiales, la denuncia se presentó en la comisaría de la Policía Nacional del Actur a las 20.40 del día 24, pero, como la jurisdicción de Peñaflor corresponde a la Guardia Civil, no fue hasta la mañana del día 25 cuando este cuerpo policial recibió la comunicación de la desaparición del joven en las aguas del Gállego. Por lo tanto, hasta ese momento no se movilizaron los medios necesarios para buscarlo, tanto con vida como sin vida.

"Tras tener conocimiento de lo ocurrido se estableció un dispositivo para su localización de manera inmediata, al que se sumaron agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas, desplazados desde Huesca", informó ayer la Guardia Civil de Zaragoza. La búsqueda dio resultado a las 12.40 del jueves, día 25: el cadáver del joven fue hallado sumergido justo en el punto donde había caído desde la zona donde efectuó el salto.

El chico, junto con dos amigos de su misma edad, había ido a pasar la tarde al paraje natural de Peñaflor, un lugar al que, desde que se levantó el confinamiento pero está restringida la entrada a piscinas, está recibiendo mucha más afluencia de visitantes y vehículos de lo habitual, como recordó ayer la alcaldesa del barrio rural, Mamen López. En especial, ha aumentado el número de jóvenes que acuden desde todos los barrios de Zaragoza, bien en bicicleta o en autobús. Algunos hacen botellón, otros fuego y muchos se bañan en las peligrosas aguas del río, sobre todo en determinados tramos.

En este caso, el grupo de tres amigos estuvo tomando cervezas y, sobre las 15.00, el que luego resultó fallecido dijo que iba saltar desde la peña, a pesar de que no sabía nadar. Uno de sus colegas lo acompañó mientras que el tercero se quedó en la orilla guardando las pertenencias de todos. El joven se tiró desde los 12 metros de altura y desapareció bajo el agua. Aunque lo estuvieron buscando hasta las 18.00, según contaron luego, no lo encontraron y se fueron a su casa, un piso okupado de Las Delicias. Al día siguiente, por la tarde, denunciaron el hecho. 

El fallecido, que llegó hace dos años a España, había estado bajo la tutela del Gobierno de Aragón durante dos años y hace unas semanas que vivía emancipado. Estaba a punto de cumplir los 19 años. 

Mamen López lamentó lo ocurrido y trasladó públicamente el pésame a la familia por la pérdida de una vida tan joven. La alcaldesa recordó que hace poco otra chica acabó en el hospital por otra caída desde la peña y urgió a las administraciones a intervenir. "Es necesario que se prohíba el salto por el peligro que entraña y que coloquen carteles visibles que lo indique", dijo. Añadió que es necesaria la presencia de agentes medioambientales y de Policía rural. "Debería haber 45 funcionarios, pero hay 14", resaltó, en referencia a los policías rurales. 

"Al estar cerrados los espacios de ocio para los jóvenes, tales como piscinas o casas de juventud, cada vez vienen más a los espacios naturales y es comprensible, pero hay que encontrar el equilibrio entre el disfrute y la seguridad, tanto en el agua como en la carretera", incidió. Apostó por regular la estancia, por crear carriles bici de Zaragoza hacia los barrios rurales, por potenciar las actividades al aire libre pero controladas y protegiendo el medio ambiente. 

Y, sobre todo, hacer mucha pedagogía y formación", dijo. "El problema se está produciendo en todos los barrios rurales y hay que solucionarlo entre todos", añadió. La alcadesa recordó que, además, en Peñaflor no hay depuradora y al Gállego llegan vertidos de aguas fecales, pluviales y sobrantes de acequias. 

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