Quince meses de cárcel por lesionar a los cuatro policías que lo detuvieron en Torrero

Un agente estuvo 4 meses de baja por varios traumatismos.

Audiencia Provincial de Zaragoza
Audiencia Provincial de Zaragoza
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 La Audiencia Provincial de Zaragoza ha confirmado la condena de quince meses de prisión que un juzgado de lo Penal impuso a Karamoko D. por lesionar a cuatro policías nacionales que lo detuvieron en el barrio de Torrero durante una intervención en una casa de apuestas. El peor parado fue un agente al cual golpeó la cabeza contra un escaparate y sufrió un traumatismo craneoencefálico leve y contusiones en las costillas y el cuello. El funcionario estuvo 120 días de baja y el acusado deberá indemnizarlo ahora con 9.600 euros.

Los hechos ocurrieron el 10 de abril de 2018 en la calle de Fray Julián Garcés. Los policías estaban inspeccionando el local de juego cuando el acusado entró y, al verlos, se dio media vuelta y salió apresuradamente. Uno de los agentes fue tras él y le ordenó que se detuviera, pero Karamoko D. hizo caso omiso y se echó a correr. El funcionario lo persiguió y cuando lo alcanzó a la altura del número 2 de la avenida de América, el sospechoso trató de zafarse, lo agarró del cuello y le golpeó la cabeza contra un escaparate. En ese momento llegaron otros tres policías y entre los cuatro lo redujeron.

Según la sentencia, el acusado opuso gran resistencia y lesionó a los cuatro agentes. Tres de ellos solo precisaron una atención médica y pero el cuarto necesitó tratamiento farmacológico y rehabilitación. Karamoko D. fue atendido en el Hospital Provincial de "dolor postraumático en la región interna de la rodilla izquierda".

Para el tribunal, los hechos constituyen un delito de atentado y otro menos grave de lesiones por los que le impone nueve y seis meses de cárcel, respectivamente. También lo castiga con tres multas de 180 euros por las lesiones leves causadas a los tres funcionarios contusionados, a los que deberá indemnizarlos con 800 euros.

La sentencia fue recurrida por el acusado al entender que se habían vulnerado su derecho a la tutela judicial efectiva. Su abogado, Omar Wenceslao Gómez, alegó que existían grabaciones de cámaras de seguridad de la casa de apuestas y en otros establecimientos de la calle que podían demostrar que los hechos no habían sucedido como lo contaban los policías y que, en realidad, le pegaron una paliza con las defensas.

Sin embargo, esas grabaciones no se llegaron a incorporar a la causa ya que cuando fueron a recogerlas, por petición del juzgado instructor, ya habían sido borradas. La sentencia explica que, al no estar disponibles, no se puede valorar si hubieran sido una prueba relevante para aclarar los hechos. Añade, no obstante, que las que se han practicado revelan la culpabilidad del acusado, como alegó el abogado de los policías, Marco Antonio Navarro. Entre ellas, los partes médicos y la declaración de una testigo que vio cómo agredía al policía en la cabeza.

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