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Fauna urbana en la pandemia: el halcón que se comió una paloma tras los aplausos de las ocho y otras curiosidades

Al contrario que los humanos, los animales de Zaragoza disfrutan de una libertad inusitada estos días: hay sapos apareándose, corzos por el canal, patos paseando y rapaces cazando en pleno centro.

Un teleobjetivo que captó cómo un halcón peregrino se come una paloma en el pirulí de Vía Univérsitas.
Un teleobjetivo que captó cómo un halcón peregrino se come una paloma en el pirulí de Vía Hispanidad el pasado 30 de marzo.
Heraldo.es

El mundo al revés. Los animales urbanos que habitualmente viven confinados en sus territorios, rodeados por la frontera invisible que supone la actividad humana, disfrutan estos días de una libertad inusitada. Es el hombre el que, de alguna manera, ha pasado a experimentar lo que se siente al estar "enjaulado". Una situación que, en medio de la tragedia que supone esta pandemia, por lo menos está teniendo alguna consecuencia positiva para el medio ambiente. No solo porque en parte se está regenerando y librando de grandes dosis de polución, sino también porque el detenimiento pone a muchas personas, sobre todo a los más urbanitas, sobre la pista de la naturaleza que tiene delante de las narices y, a menudo, el fragor del día a día no permite disfrutar. El confinamiento es una oportunidad para acabar con nuestra ceguera verde.

La ausencia de ruido, sobre todo del proveniente del tráfico, es una de las circunstancias que más está influyendo en que la fauna urbana se haga particularmente presente. Estos días a los pájaros se les oye mucho más. Y, también, se les ve en plazas o calles, habitualmente llenas gente y de terrazas. Pero no son los únicos que campan más a sus anchas.

Una de las imágenes que va a dejar la ciudad de Zaragoza durante esta pandemia es la de sendos corzos corriendo por calles y zonas verdes habitualmente reservadas a los viandantes. Uno apareció para estupor de los vecinos en plena avenida de Cataluña. Otro, en la vereda del canal.

Este corzo se salta el confinamiento debido a la época de cria y la falta de actividad en la ciudad.
Este corzo se salta el confinamiento debido a la época de cria y la falta de actividad en la ciudad.
Heraldo.es

Alberto Esteban, jefe de la Unidad Verde del Ayuntamiento de Zaragoza, cuenta que estos animales siempre han sido nuestros vecinos, incluso en zonas  habitadas, por ejemplo, en la zona de Garrapinillos, donde hay frutales, olivos y todo tipo de árboles, o en los Pinares de Venecia. Pero ahora, "la menor actividad" amplía su radio de acción y aminora su obligado "estado de alerta" cuando los humanos 'acechan'.

Otros que llevan divinamente la ausencia del hombre son los anfibios de un balsa que el Ayuntamiento creó para ellos en el barrio de Torrero. El 19 de marzo, precisamente, el Día del Padre, un sapo corredor se dedicó a aparearse. Técnicamente, el hecho se llama amplexo de sapo y es una gran noticia para este proyecto.

Un sapo corredor apareándose en una balsa de Torrero el pasado 19 de marzo.
Un sapo corredor apareándose en una balsa de Torrero el pasado 19 de marzo.
Ayuntamiento de Zaragoza

Pero si hay una especie que se está dejando notar particularmente estos días son las aves. La primavera es época de cría para ellas y, ya en abril, muchas están nidificando. Se oyen claramente verdecillos, carboneros, herrerillos... Pero también se ven rapaces que, incluso, protagonizan alguna escena que hace las delicias de los aficionados.

Es el caso de un halcón peregrino que el pasado 30 de marzo se dio un festín gracias a los aplausos de las 20 de apoyo a los sanitarios. A esas horas, según relata Alberto Esteban, la mayor parte de las palomas debían de estar ya recogidas, en huecos y salientes de los edificios. Pero el ruido extemporáneo de los aplausos las asusta. Se echan a volar y es el momento en que este halcón peregrino aprovechó para salir a la caza de un ejemplar que se acabó comiendo en lo alto del 'pirulí' de telecomunicaciones de Vía Univérsitas. El momento fue captado por un experto ornitólogo con un poderoso objetivo. El halcón también ha sido fotografiado por el día, descansando en las antenas.

Un halcón peregrino posado durante el confinamiento en las antenas de telefonía de la torre de Vía Hispanidad.
Un halcón peregrino posado durante el confinamiento en las antenas de telefonía de la torre de Vía Hispanidad.
Jorge Martínez

Otras aves que llevan una gran actividad estos días son los patos, en plena época de nidificación y cría. Pese a que han circulado muchas imágenes de patos por las calles, incluso del centro de Zaragoza, es algo que hacen habitualmente, si bien puede que estos días se atrevan con recorridos más largos, aunque, la mayor parte de las veces, en las inmediaciones de los ríos Ebro y Huerva.

Una de estas patas en busca de nido para sus crías está, sin embargo, en apuros estos días.

Según cuenta Alberto Esteban, Lola y María, dos vecinas de la calle de Canalejas, muy cerca de la plaza de Los Sitios, llevan varias jornadas haciendo lo posible y lo imposible para tratar de salvar a las crías de una pata que se encuentran en un jardín contiguo cuyo acceso ahora está cerrado debido a que el local al que pertenece está vacío. Ahora mismo, se está tratando de conseguir las llaves del recinto donde estás los patos y determinar, en contacto con la Unidad Verde, la manera más segura, dadas las circunstancias, de poder rescatar los pollitos.

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