MEDIO AMBIENTE
El tráfico en Zaragoza cae un 65% en siete días y se reduce drásticamente la polución
El confinamiento también está haciendo bajar los índices de partículas en suspensión, si bien la niebla y la entrada de polvo subsahariano impide tener datos fidedignos.
Ha sido por causa de fuerza mayor pero las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2) han registrado un espectacular descenso desde que se inició la crisis del coronavirus. Obligados por las circunstancias, los zaragozanos han dejado el coche aparcado y, según los datos de aforos que maneja el área de Movilidad del Ayuntamiento, entre el miércoles 11 y el miércoles 18, el tráfico en la capital aragonesa ha caído más de un 65%. En las vías menos transitadas este porcentaje se dispara hasta un 80% y hay que contar también con que el Ayuntamiento en estos días no ha reducido la frecuencia de paso de los autobuses públicos.
El área de Medio Ambiente explica también que se ha mejorado en la calidad de aire, pero que los datos de las estaciones de medición no son aún del todo fidedignos porque la semana ha sido meteorológicamente complicada. A un par de días de lluvia le siguió una densa niebla y, ahora, atravesamos un episodio por el que están entrando partículas de polvo subsahariano, así que habrá que esperar unos días más para ver el positivo impacto de la caída del tráfico en el aire la ciudad.
Es esta una tónica general que se está dando en todo el país, pues el dióxido de nitrógeno es un contaminante atmosférico cuyas fuentes principales son el tráfico rodado, las emisiones de ciertas industrias y las calefacciones de carbón. Los valores límite de 40 microgramos por metro cúbico que en arterias de Barcelona o Madrid suelen incumplirse quedan ahora lejos de los parámetros de riesgoincluso en la Gran Vía o en el Eixample.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ofreció el jueves unos datos que indican que se están realizando esta semana unos 504.027 viajes de largo recorrido frente a los 1.034.020 que se produjeron en días equivalentes del año pasado. Zaragoza en este sentido, acaso por ser un nudo esencial de comunicaciones y plataformas logísticas, se queda algo atrás respecto a la media nacional: desde la declaración del estado de alerta frente al coronavirus en sus accesos se producen un 48% menos en las entradas y un 43% de salidas.
"La bajada sin precedentes del tráfico por carretera ha permitido reducir la contaminación en cuestión de horas, a pesar de que otras fuentes como las calefacciones de los hogares y el transporte público han seguido funcionando", señala Adrián Fernández, responsable de la campaña de Movilidad de Greenpeace. Estos datos demuestran, según la organización, que los gobiernos no deberían vacilar "a la hora de tomar medidas contundentes siempre que se ponga en riesgo la salud de las personas". Greenpeace considera que "la prioridad indiscutible en este momento ha de ser la lucha contra la pandemia", pero anima a las administraciones a que, tras el estado de alerta, tomen las medidas necesarias para que se cumplan los niveles de contaminación fijados por la OMS.
Por buscarle otro enfoque positivo a estas informaciones, la limpieza del aire también puede contribuir a que las alergias este año sean mucho más leves. Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seaic), las personas alérgicas al polen que viven en Aragón tendrán “una primavera moderada, que oscilará entre los 1.600 y los 4.000 granos/m³ de polen. Las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en España a más de ocho millones de personas, siete de los cuales son alérgicos a gramíneas seguidos en orden decreciente por alergia al olivo, arizónica, plátano de sombra, salsola y parietaria. En Zaragoza se esperan valores entre 2.000 y 3.000 granos/m³, que quedarán mucho más mermados -claro- con el confinamiento doméstico.
