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"Todo esto se armó por el coronavirus", dice uno de los detenidos en Zaragoza tras decretarse el estado de alerta

El juez deja en libertad a los cinco arrestados en un altercado en el barrio de Jesús en el que seis policías resultaron también lesionados. 

Los arrestos se produjeron entre las 00.30 y las 01.00 de este domingo en la citada calle del barrio de Jesús de la capital aragonesa

El juez dejó en libertad en la noche del lunes a los cinco detenidos el sábado por la Policía Local en una intervención que pretendía acabar con el ruido originado en una fiesta que se celebraba en un domicilio de la calle de Santiago Lapuente, en el barrio de Jesús. El altercado se produjo media hora después de haber entrado en vigor el estado de alerta por la pandemia de coronavirus.

Los implicados, Raúl V. N., sus padres Raúl V. L. y Sorat N. S., su cuñado Héctor F. G. y su prima Lesly B. N., fueron arrestados como presuntos autores de delitos de resistencia, atentado y lesiones, pues los detenidos y seis agentes resultaron heridos.

Según fuentes policiales, como es preceptivo, a todos los arrestados se les lleva a un centro médico para recibir asistencia salvo que la rechacen "por escrito". Los tres hombres fueron conducidos al Hospital Provincial y uno de ellos, Raúl V. N., que tenía una herida incisa en la muñeca izquierda, se negó a que se la suturasen y mantuvo en todo momento una actitud agresiva con el personal sanitario, al que escupió y golpeó, según reseñaron en el parte médico. Por esta razón, optaron por ponerle unas vendas.

Posteriormente, esta persona se grabó en el calabozo de la comisaría del Actur en el que compartía celda con su padre –al que le aplicaron 14 grapas en la cabeza– y su cuñado, mostrando las heridas sangrantes reclamando asistencia sanitaria. En las paredes de los calabozos escribió "perros" e "hijos de puta" con su propia sangre. Se ignora cómo pudo introducir el teléfono móvil, que luego le fue requisado y está siendo investigado.

Los hechos que dieron origen a las detenciones se produjeron entre las 00.30 y la 1.00 del 15 de marzo. Los vecinos llamaron al 092 porque en un piso de la cuarta planta había una fiesta y salía mucho ruido. Los primeros agentes de la Policía Local que acudieron a la llamada se dirigieron al domicilio para pedir que bajaran la música. Fuentes policiales explicaron que uno de los inquilinos les contestó que estaban "aislados por el coronavirus" y que les "dejaran en paz". Luego, según estas fuentes, salió otro de los varones y parece ser que se puso al lado de los policías tosiendo y escupiéndoles a la cara, al tiempo que decía que tenía el coronavirus.

La actitud siguió siendo agresiva y les arrojaron latas de cerveza y un extintor por las escaleras y los persiguieron hasta la calle, según el relato policial. Al parecer, Raúl V. rompió los cristales de la puerta y uno salió disparado e hirió en la frente a un funcionario. 

Sin embarg#o, los cinco detenidos negaron ante el juez estos hechos, aseguraron que fue la Policía la que rompió los cristales y que les golpearon con las porras sin motivo alguno y después cuando estaban "indefensos" en el suelo y esposados. A través de su abogada, Carmen Sánchez, dijeron que quieren denunciar a los funcionarios y, según uno de ellos: "Todo esto se armó por lo del coronavirus".

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