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Investigan a un guardia civil de Caspe por proteger a traficantes a cambio de droga

Las escuchas telefónicas y varios testigos protegidos apuntan a que el funcionario, destinado en el Seprona, podría haber avisado a los delincuentes de las redadas. El juez le tomará declaración la próxima semana. 

ARAGON DETENIDO CASO ACIDO JUZGADO DE CASPE / 23-05-2019 / FOTO:ARANZAZU NAVARRO [[[FOTOGRAFOS]]]
Imagen de archivo de un coche patrulla de la Guardia Civil saliendo de los juzgados de Caspe
ARANZAZU NAVARRO

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Caspe investiga a un agente de la Guardia Civil destinado en esta localidad por su presunta relación con la banda de traficantes de droga desarticulada hace una semana en la comarca y a la que este funcionario podría haber estado protegiendo. De hecho, esa es la conclusión a la que ha llegado el Grupo de Información de la Comandancia de Zaragoza tras varios meses de pesquisas con testigos protegidos y pinchazos telefónicos.

Según ha podido saber HERALDO, fue el pasado mes de mayo cuando arreciaron los rumores en Caspe sobre la sospechosa amistad del agente ahora investigado con un vecino del municipio al que se vincula con la venta de cocaína, marihuana y otras sustancias estupefacientes. Dicha información llegó a la Benemérita, pero no fue fácil confirmarla, puesto que quienes decían saber algo no se atrevían a declarar contra el guardia por miedo a futuras represalias.

Finalmente, los investigadores consiguieron que algunos de estos vecinos aceptaran declarar en calidad de testigos protegidos para aportar información sobre la relación del citado funcionario del Seprona con un supuesto traficante conocido en la ciudad como El americano o El dominicano.

Posibles chivatazos

Cuando fueron interrogados el pasado mes de junio, todos los informantes coincidieron en señalar que era habitual ver a este guardia civil con el presunto cabecilla de una banda de traficantes que operaba en la zona comprendida entre Caspe y Alcañiz. Los testigos explicaron también que este último se dedicaba a captar a personas con escasos recursos para que, a cambio de una compensación económica, plantaran marihuana y se encargaran de regarla y cuidarla hasta su recolección. Según estos, el agente bajo sospecha facilitaba información al traficante sobre las operaciones y redadas antidroga de la Guardia Civil, lo que permitía al americano inventarse cualquier excusa para desaparecer de inmediato de la plantación o el lugar donde se iban a practicar detenciones.

En los atestados remitidos al juez instructor, el Grupo de Información de la Comandancia de Zaragoza relata también que los testigos protegidos aseguran que el funcionario investigado es consumidor habitual de sustancias estupefacientes y que podría estar protegiendo a los traficantes a cambio de droga. Para tratar de aclarar todos estos extremos, se solicitó permiso al juez de Caspe para pinchar el teléfono móvil del funcionario y de otras personas presuntamente vinculadas a la organización criminal.

De noche, en sitios escondidos

Tras varias semanas de escuchas telefónicas, los investigadores consiguieron confirmar que, efectivamente, este agente mantiene una estrecha relación con el traficante apodado El americano, al que se identificó como Y. I. D. B., de 44 años y nacido en la República Dominicana. Ambos hablaban con frecuencia por teléfono y organizaban encuentros de noche y en sitios escondidos, lo que hizo sospechar a la Guardia Civil que era para llevar a cabo algún tipo de entrega de sustancias ilegales.

Durante las últimas semanas, los investigadores supieron también que el agente había reaccionado de forma extraña al ser informado sobre un vehículo que podría transportar marihuana. De hecho, creen que antes de dar parte a sus compañeros del cuartel consultó las bases de datos para ver si se trataba de algún protegido.

Debía haber declarado el jueves

El guardia civil de Caspe investigado por sus presunta vinculación con una banda de traficantes de la comarca debía haber declarado ya el pasado jueves ante el juez instructor. Sin embargo, un imprevisto de última hora obligó a retrasar la comparecencia y será a lo largo de la próxima semana cuando se produzca el interrogatorio. Según ha podido saber este periódico, cuando el sospechoso fue citado a declarar en el cuartel de Caspe, donde reside, se acogió a su derecho a guardar silencio. Pese a ello, de momento, no ha sido retirado del servicio.

El funcionario ni siquiera llegó a ser detenido, ya que sus compañeros no lo consideraron necesario. Sí lo fueron los cuatro supuestos traficantes a los que el agente presuntamente protegía. Entre ellos, Y. I. D. B., de 44 años y cabecilla de la organización, al que no se le conoce actividad laboral. El juez de guardia decretó prisión provisional para todos.

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