ANIMALES EXÓTICOS

La Guardia Civil investiga el origen de las dos pitones reales aparecidas en Caspe

El Seprona intenta localizar al dueño o a los dueños de estas dos serpientes incluidas en el catálogo español de especies invasoras. La introducción de flora o fauna no autóctona es un delito castigado con entre 4 meses y 2 años de prisión.

Los bomberos de la Diputación de Zaragoza han entregado la pitón a los agentes de protección de la naturaleza del Gobierno de Aragón.
Los bomberos de la Diputación de Zaragoza entregaron la pitón encontrada este lunes en Caspe a los agentes de protección de la naturaleza del Gobierno de Aragón.
Heraldo

La Guardia Civil investiga el origen de las dos pitones reales que han aparecido en una calle y en el jardín de una vivienda de Caspe con solo un mes de diferencia. Fuentes de la Comandancia de Zaragoza confirmaron ayer miércoles que los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) intentan localizar al dueño o a los dueños de estas serpientes que están incluidas en el catálogo español de especies exóticas invasoras.

Averiguar quién tenía las dos pitones reales no será tarea fácil. La que apareció el 20 de julio en el jardín de una vivienda no tenía chip identificatorio, y la alcaldesa de Caspe, Pilar Mustieles, explicó también ayer que la serpiente que se encontró el lunes junto a la puerta de una cochera tampoco portaba un dispositivo con los datos de su dueño.

En cualquier caso, si la investigación da sus frutos y se comprueba que el propietario o los propietarios de las serpientes las soltaron intencionadamente, esas personas pueden ser acusadas de un delito contra el medio ambiente.

En este sentido, el Código Penal establece que quien introduzca especies de flora o fauna no autóctona “de modo que perjudique el equilibrio biológico contraviniendo las leyes o disposiciones de carácter general” será castigado con penas de entre 4 meses y 2 años de prisión, con multas de entre 8 y 24 meses y, en todo caso, con la inhabilitación especial para profesión u oficio para entre 1 y 3 años.

La pitón real (‘Python regius’) es una serpiente exótica propia del África tropical que suele utilizarse como mascota porque, a pesar de su llamativo nombre, es de pequeño tamaño y tiene un carácter muy tranquilo. De hecho, también es conocida como pitón bola porque su timidez le lleva a enrollarse sobre sí mismametiendo la cabeza en el centro y formando una especie de bola.

No es una especie venenosa, sino constrictora, lo que significa que atrapa a sus presas y se enrosca en torno a ellas para matarlas por asfixia. Los ejemplares adultos suelen medir entre 90 y 150 centímetros, por lo que no supone un peligro para el hombre, aunque si se siente atacada puede llegar a morder y causar una herida.

Prohibida la venta, la posesión y la suelta

Además, la pitón real es otro ejemplo de libro de una especie que empieza utilizándose como animal de compañía y acaba convirtiéndose en un problema de conservación por la amenaza que representa para la fauna autóctona. Por eso acaba de ser incluida por el Gobierno central en el catálogo español de especies exóticas invasoras junto con el cerdo vietnamita, la tortuga de Florida y el varano de la sabana.

La pitón real capturada el sábado en el jardín de una casa de Caspe medía en torno a 1,2 metros.
Imagen de la pitón real que apareció el pasado 20 de julio en el jardín de una vivienda de Caspe. Medía en torno a 1,2 metros.
Diputación de Zaragoza

Este cambio legal significa que para cualquiera de esos animales queda prohibida la posesión, la venta y el transporte de ejemplares vivos. No obstante, aquellas personas que ya tengan uno pueden quedárselo siempre y cuando regularicen su situación antes del 1 de enero de 2022 presentándolo ante el departamento de medio ambiente de la comunidad autónoma correspondiente.

Aquellos que tengan un animal exótico y quieran deshacerse de él pueden llevarlo al Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre de La Alfranca, puede avisar a los agentes de protección de la naturaleza (APN) para que se hagan cargo de él o pueden preguntar en las tiendas de animales de compañía y en los núcleos zoológicos debidamente autorizados.

Lo que no se puede hacer bajo ningún concepto es liberarlo en el medio natural, ya que puede estar cometiéndose un delito y además también están previstas fuertes sanciones administrativas.

A pesar de esas medidas disuasorias, el abandono de animales exóticos es cada vez más frecuente, y la prueba es que en apenas un mes en Aragón se han encontrado dos pitones reales (en Caspe), un cerdo vietnamita (en Mora de Rubielos) y una tortuga mordedora (no se sabe exactamente cuándo se produjo el hallazgo, pero sí está confirmado que apareció en el Ebro a la altura de la presa de Pina).

La alcaldesa de Caspe explica que el municipio está "tranquilo" a pesar de estos sorprendentes descubrimientos. "Se han comentado mucho pero no hay preocupación porque, aunque te puedan morder o dar un buen susto, no son serpientes venenosas o peligrosas", comenta. 

Mustieles apunta a que es probable que las dos pitones reales procedieran de un mismo dueño, pero recordó que todo son suposiciones. "Puede que las soltaran o que se escapasen, pero aparecieron en sitios próximos así que parece demasiada casualidad que fueran de dos personas distintas", señala.

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