Insectos

¿Hay menos moscas (comunes) en Zaragoza?

Mientras se usan larvicidas contra la moca negra y los mosquitos, contra la mosca común, los remedios más eficaces son la limpieza y el fomento de otras especies que las devoran.

Algunas de las cajas para murciélagos colocadas en Zaragoza.
Algunas de las cajas para murciélagos colocadas en Zaragoza.

Mientras nos preocupábamos por la expansión de la mosca negra y el mosquito tigre en Zaragoza, la mosca común ha ido perdiendo protagonismo y ya no es, ni de lejos, el insecto más molesto en los veranos de la ciudad.

Las condiciones ecológicas varían mucho de un tipo de insecto a otro y está demostrado que algunas especies tienen ciclos de incidencia de unos cuatro o cinco años. 

La cría de la mosca común está asociada a la presencia de basuras. Crían en el estiércol pero también, a temperaturas excesivamente elevadas, el propio calor que desprende la combustión de la fermentación del estiércol puede matarlas. 

El tratamiento para la mosca negra y los mosquitos no afecta en absoluto a la mosca común, según explica Javier Lucientes, catedrático de Patología Animal en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza. Para combatir las plagas de esos otros insectos que sí causan picaduras en la población se utiliza el Bacillus thuringiensis israelensis, un larvicida biológico que no afecta al resto de la fauna. Para la mosca común, sin embargo, lo más eficaz es la limpieza para evitar la acumulación de basuras y estiércoles tanto en la ciudad como en las granjas del entorno. 

La extraña climatología de este ejercicio, con fríos extremos hace unos meses y ahora las sorprendentes temperaturas alcanzadas durante la ola de calor, influye mucho en el desarrollo de estos artrópodos. Pero también la apuesta por incentivar la presencia de aves insectívoras en la ciudad dentro del programa municipal de gestión de la fauna urbana que lleva ya diez años en marcha.

A través de este programa, la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Zaragoza ha impulsado la colocación de cajas nido en espacios públicos de la ciudad para facilitar la presencia de especies de aves que son especialmente beneficiosas para el entorno urbano. Especies insectívoras como el vencejo, la golondrina y el avión que ayudan a mejorar el control de insectos molestos para los vecinos. Y también de un mamífero con una inmerecida mala fama: el murciélago.  Mientras las aves que cazan al vuelo buscan su comida durante el día, al atardecer son los murciélagos los que toman el relevo y salen en busca de insectos.

"Una sola golondrina puede llegar a consumir alrededor de 850 moscas y mosquitos al día. Esto supone 55 kilos de insectos por golondrina al año. Si tenemos la fortuna de albergar un nido de esta especie en el entorno de nuestro hogar, la pareja podría eliminar diariamente 1.700 moscas y mosquitos. No existe insecticida más eficiente ni más ecológico", informan los técnicos de Medio Ambiente a través de la web municipal. 

Mensaje en el que también insisten desde Seo Birdlife y por eso, además de informar de que es ilegal retirar sus nidos, invitan a los ciudadanos a instalar sus propias cajas nido en sus jardines, barrios y piscinas si tienen problemas con las moscas o mosquitos: "Tener un nido en el tejado siembre te beneficiará y evitará la visita a la farmacia". 

Pero no solo en la ciudad se vienen colocando en los últimos años más cajas-nido. En el medio rural también ha aumentado esta tendencia en torno a los cultivos ecológicos para evitar el uso de plaguicidas. 

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