Hoya de Huesca

"Hay que salir de casa vestido de apicultor para que no te piquen los mosquitos"

Los vecinos de las poblaciones del entorno del pantano de La Peña exigen soluciones para una plaga de mosquitos que les afecta desde hace años y de la que no se responsabiliza ninguna institución.

Los vecinos de las poblaciones del entorno del pantano de La Peña exigen soluciones para una plaga de mosquitos
Un vecino de Triste trabaja en su huerto protegido frente a los mosquitos
Elena Heredia

Los núcleos del entorno del pantano de La Peña están que trinan. Llevan años denunciando la plaga de mosquitos que se ceba con los vecinos de Yeste y de Triste y siguen sin que nadie les ofrezca una solución asumible. Según cuentan las asociaciones de vecinos y confirman tanto desde el ayuntamiento de Las Peñas de Riglos, como algunos expertos de la Universidad de Zaragoza, no se trata de una molestia puntual ni de unos cuantos mosquitos que ataquen a quien se acerca a pasear por las inmediaciones del pantano, sino de un problema que afecta a la vida diaria de estos núcleos de población y que llega a dificultar cualquier tarea al aire libre.

"Son tantas las picaduras y las reacciones que sufrimos, para algunos alérgicas, que nos planeamos si nos merece la pena salir a la calle", protesta Merche Cirés en representación de las asociaciones de vecinos y amigos de Triste, La Peña y Yeste. Según explica, en verano llega mucha gente a estos pueblos. Sobretodo niños. Por eso lamenta que sus ganas de disfrutar se vean "truncadas" por la plaga de mosquitos que proviene de las amplias extensiones de carrizal.

Las dos entidades que agrupan a los vecinos de estos pueblos llevan años peleando para que se les escuche y se tomen medidas para atenuar el problema y, de hecho, hace un par de años remitieron una queja al Justicia de Aragón, quien se ofreció a su vez a mediar con otras instituciones. También consiguieron que un grupo de expertos de la Universidad de Zaragoza realizase un estudio sobre la incidencia del mosquito en la zona, pero por ahora, nadie ha aportado soluciones.

Javier Lucientes, catedrático de la Universidad de Zaragoza del departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria, recuerda aquel estudio y explica por qué el tema es tan complejo de resolver: "Hay una extensa zona de carrizales muy grandes. Normalmente los mosquitos crían en zonas muy delimitadas donde se puede hacer un control ecológico pero en este caso hay zonas muy grandes de carrizo y controlarlo cuesta dinero y no es fácil. Tampoco decidir a quién le corresponde asumirlo. Conforme pasan los años, además, va creciendo esa vegetación y el problema se agrava".

Los problemas de los mosquitos no son exclusivos del pantano de La Peña y también están familiarizados con ellos en las comarcas de Los Monegros y las Cinco Villas. Normalmente son zonas ligadas a los nuevos regadíos o los arrozales en las que hay agua encharcada. Sin embargo, los carrizales suelen estar más lejos de las poblaciones. En Zaragoza, por ejemplo, el carrizal abunda en el Galacho de La Alfranca pero allí, básicamente, los mosquitos solo pican a quienes vayan de excursión. En Triste y La Peña, por contra, tienen el carrizal en la puerta de casa. "El mosquito normal no se desplaza mucho, afecta solo en la zona en la que cría y allí estando tan cerca de las poblaciones... Evidentemente van a picar porque se sienten atraídos por la luz, por las personas, por los animales...", expone Lucientes.

"Hace unos años había limpieza de lodos y desbroces de maleza. Pero hoy en día entre La Peña y Triste no hay pantano y el terreno se ha convertido en un auténtico bosque lleno de maleza. Ese es el principal foco y refugio de mosquitos. También hemos mandado cartas al Sindicato de Riegos del Pantano de La peña para pedir cierta limpieza, pero no hemos obtenido respuesta.

Juan Torralba, alcalde de Las Peñas de Riglos, municipio que engloba a estas localidades, añade que a raíz de aquel estudio de la Universidad de Zaragoza concluyeron que el tratamiento necesario para "paliar, que no solucionar" el problema costaría en torno a los 20.000 euros anuales, cantidad que el ayuntamiento no se ve capaz de asumir: "Nos descuadraría todo", sentencia Torralba. "Ya en 2009 estuvimos en Sanidad, en Medio Ambiente, en Protección Civil y todos escurrían el bulto. Y la realidad es que los mosquitos te acribillan. No se puede ni abrir las ventanas y la gente que tiene huertos tiene que ir disfrazado de apicultor".

Como no saben qué más hacer y los hijos de los vecinos y veraneantes de Yeste y Triste vuelven a casa todos los días "devorados" por los mosquitos, desde las asociaciones se muestran dispuestos a invitar "a los presidentes de Aragón y la Diputación Provincial de Huesca, a los responsables de Medio Ambiente y Sanidad y a los consejeros comarcales a una merienda" en sus municipios, hacia las 19.30 cualquier día de lo que queda de verano. "A ver si así nos entienden y los mosquitos se meriendan a otros...". 

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