ZARAGOZA

Los vecinos de Valdespartera, preocupados por las fiestas del Pilar

En torno a 350 vecinos del barrio forman parte de la Plataforma de afectados por el recinto ferial.

Tras las últimas declaraciones del concejal de Cultura, Fernando Rivarés, en las que afirmó que el Ayuntamiento de Zaragoza apostará por unas fiestas sin Parking Norte y por la apertura de carpas de acceso libre y espacio reducido en varios puntos de la ciudad, los vecinos del zaragozano barrio de Valdespartera no han tardado en mostrar su malestar al respecto. De confirmarse esta medida, un año más, la ciudad contaría con un solo gran recinto musical y de ocio nocturno, el de Valdespartera, durante las fiestas. Algo que preocupa, y mucho, a los integrantes de la Plataforma de afectados por el recinto ferial que aglutina a casi 350 vecinos del barrio.

Actualmente, según fuentes vecinales, en la zona más cercana al recinto ubicado a menos de 200 metros de distancia, se encuentran un total de ocho comunidades con unas 150 viviendas cada una. “Con estas declaraciones nos demuestran que no tienen en cuenta las consecuencias que tiene esta decisión para los que vivimos aquí. No solo tenemos que aguantar 11 días sin dormir, incluso hay gente –los que pueden- que se va de la ciudad esos días; a eso se suman la suciedad, los destrozos, el ruido y las aglomeraciones o los transportes colapsados”, critica Rebeca Herrero, portavoz de la plataforma.

Tanto ella como otros vecinos afectados recuerdan que el espacio hoy destinado a crear el ferial, en el que se ubican las ferias, la fiesta de la Cerveza, el circo y Espacio Zity, estaba concebido como un parque según el Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza. “Lo que no es lógico es que el año pasado una comunidad tuviera que contratar seguridad privada a causa de los destrozos que tuvimos que aguantar. Este año, por lo visto, lo tendremos que hacer todas”, destaca.

“Gracias a habernos organizado el año pasado pudimos mitigar ligeramente los efectos de este fenómeno y logramos que enviasen equipos de limpieza, ¿acaso tenemos que preocuparnos de esas cosas?”, critica Herrero. Los vecinos exigen soluciones alternativas para las próximas fiestas, como repartir la presencia de actividades por otras zonas de la ciudad o reducir el horario de las celebraciones durante los días laborales. “Asumimos que todo el mundo tiene que ceder, pero esto es insoportable y seguro que hay otros espacios en los que la fiesta no afecte tanto”, afirma la portavoz.

En cuanto a la solución de abrir carpas en distintos barrios destinadas a los peñistas, califican esta medida de ‘parche’ que no va a solucionar el problema. “Se supone que van a estar en horario reducido. Cuando cierren ¿dónde creen que van a ir los peñistas?”, añade Roberto García, otro afectado. “El año pasado entraron en nuestra comunidad e hicieron sus necesidades en el parque infantil y las zonas comunes. Como es una propiedad particular no lo limpiaba nadie, aunque tras mucho insistir lo logramos”, afirma.

También fueron víctimas de otros actos vandálicos, como destrozos en parte del mobiliario: “Vaciaron los extintores y fuimos víctimas de la típica inocentada de tocar el timbre a las tantas de la mañana. Yo entro a trabajar a las 5.00 y tengo una niña pequeña”, explica García. En su opinión, trasladar el recinto ferial de una zona a otra no es la solución, ya que “solo sirve para trasladar el problema”. “Hay mucha gente que nos dice que todos hemos sido jóvenes, pero esto no es diversión, es vandalismo”, concluye.

Son varios los vecinos, como María Perea, que aseguran sentirse como “los grandes olvidados del Ayuntamiento durante las fiestas”. “Olvidan que aquí vive gente en su mayoría trabajadora, con niños pequeños, y que estamos totalmente aislados e indefensos ante la situación, con el visto bueno de los gobernantes”, señala. También Sara Blasco, que como ella misma explica vive en la “primera línea de fuego”, a apenas unos metros del recinto ferial, que asegura que las molestias han ido en aumento de manera exponencial: “Cuando nos mudamos al barrio ya estaba aquí el recinto pero no era comparable a lo que vivimos el año pasado”.

En su opinión, la solución no pasa por trasladar el problema a otro barrio y, en consecuencia a otros vecinos, sino que debería de buscarse un espacio más adecuado y, sobre todo, alejado del cualquier núcleo de viviendas. Además, aunque reconocen que se tomaron medidas puntuales, consideran que fueron insuficientes. “Se instalaron contenedores sí, pero aun así, la gente no dejaba la basura dentro. Actualmente en el suelo del recinto está lleno de añicos de cristales con el consiguiente peligro que eso supone para todos, adultos, niños y mascotas”, lamenta Sandra Val, otra vecina del barrio.

También recuerda que se reforzó la presencia de urinarios portátiles en la parte exterior del recinto y la presencia de efectivos de Policía Local, pero estas medidas, explica, tampoco surtieron el efecto esperado. “Este año puede ser tres cuartos de lo mismo y sinceramente, creemos que las cosas pueden hacerse mejor”, destaca, al tiempo que señala como uno de los principales males la práctica del ‘macrobotellón’, la cual, considera, debería de tratar de disuadirse en lugar de alentarse.

Hacia un modelo de fiestas descentralizado

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza explican que la ubicación del actual recinto ferial en Valdespartera estaba contemplada en el momento de su construcción, como explican el acondicionamiento de los suelos y la presencia de todas de luz y agua. En cuanto al hecho de no instalar el Parking Norte durante las próximas fiestas del Pilar, aseguran que se trata de una decisión tomada por unanimidad durante la última mesa de trabajo del Pilar formada por representantes políticos, empresas y colectivos vecinales, “con el objetivo de abaratar costes en cuanto a recogida de residuos, transporte público y vigilancia y seguridad”.

Además, destacan la apuesta del consistorio por un modelo de fiestas más descentralizado y que lleve las celebraciones a los distintos barrios. Por otro lado, a nivel legal, explican que la actual empresa que gestiona el espacio –que, explican, “cumple con todos los requisitos a nivel de seguridad, medidas medioambientales, servicios y en cuanto a la calidad de la programación”-, tiene un contrato de dos años más, ampliable a un tercero, con lo cual trasladar la carpa o modificar los horarios supondría incurrir en un incumplimiento del contrato. Finalmente, recuerdan que desde el Ayuntamiento critican los comportamientos incívicos en cualquier contexto, y que están “totalmente abiertos a buscar soluciones conjuntas” con los principales afectados.

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