La Brigada de Refuerzo contra Incendios Forestales de Daroca se encierra en Zaragoza

Alredor de 30 trabajadores exigirán desde las 18.00 de la tarde en la sede de Tragsa en Zaragoza el reconocimiento como bomberos forestales.

Último encierro de la Brigada de Refuerzo contra Incendios Forestales de Daroca en su sede
La Brigada de Refuerzo contra Incendios Forestales de Daroca se encierra en Zaragoza
@BrifDaroca

Alrededor de 30 trabajadores de la Brigada de Refuerzo contra Incendios Forestales de Daroca (Brif) se encerrarán esta tarde a partir de las 18.00 en la sede de Tragsa en Zaragoza, la empresa pública que los gestiona, para exigir el reconocimiento de la categoría profesional de bomberos forestales.


La Brif de Daroca, compuesta por 51 trabajadores, lleva más de dos décadas reivindicando "unas condiciones laborales dignas", junto con las otras 9 brigadas repartidas por todo el territorio español de las que dependen más de 500 trabajadores.


Es la segunda ocasión que las Brif de toda España lleva a cabo un encierro con el fin de denunciar sus condiciones laborales. El primero tuvo lugar el 28 de agosto en la propia sede del colectivo en Daroca. Con los encierros, que según los trabajadores serán de una noche y que de nuevo se llevarán a cabo a nivel nacional, buscan alcanzar la categoría profesional de bomberos forestales, una reducción en la edad de jubilación y mejoras en las condiciones salariales.


"Estamos trabajando con un contrato de la categoría más baja de personal de construcción. En él no se aplican más de 40 puntos del convenio ni se reconocen cosas como nuestras enfermedades profesionales o la prejubilación", asegura uno de los trabajadores afectados. Mientras que con la categoría de bomberos forestales pasarían a beneficiarse de los derechos laborales del personal decicado a la extinción de incendios.  


Este tipo de brigadas de emergencia helitransportadas, especializadas en incendios de gran magnitud y elevado riesgo, deben pasar anualmente una prueba con una elevada exigencia física. "Cobramos alrededor de 850 euros cada mes, siendo que trabajamos en condiciones de extremo riesgo y nos piden unas altas condiciones físicas", explica.  Aunque estas brigadas comenzaron a trabajar como tal a principios de los 90 no fue hasta 2008 cuando consiguieron conservar su puesto de trabajo durante once meses al mes realizando labores de prevención en los meses de invierno y no solo en temporada de verano como era habitual.


"Llevamos 23 años trabajando en condiciones precarias, creemos que después de todo nos hemos ganado un sueldo digno acorde al riesgo que conlleva nuestro trabajo", explica el brigadista.


"Con nuestro actual contrato no tenemos garantizados nuestros derechos. Un ejemplo de ello es que una vez al año realizamos una prueba con unas condiciones físicas muy duras y tenemos miedo de que llegue el día que ya no seamos capaces de realizarlas y nos despidan. Por el momento todos tenemos una media de edad de 30 años pero no sabemos que va a pasar con nosotros en el futuro", asegura el trabajador.


El próximo 16 de septiembre la Asociación de Trabajadores de la Brif está convocada por Tragsa para llevar a cabo una reunión aunque por el momento se desconoce el motivo de la misma. Posteriormente miembros del comité de empresa y sindicatos se reunirán el día 18 para establecer las líneas generales de un nuevo convenio.