El número de nuevos conductores ha caído, una año más, en la comunidad aragonesa, según los datos facilitados por la Jefatura de Tráfico. Ni la rebaja de precios de las autoescuelas, ni la necesidad de contar con un carnet de conducir para optar a un hueco en el mercado laboral parecen ser motivos suficientes como para frenar la tendencia negativa iniciada con la crisis económica.

Pesan más otras razones para seguir reduciendo el número de aprobados en los exámenes de conducir. Por un lado, para muchos familias esa reducción de tarifas no es suficiente, y no pueden permitirse el coste de las clases y de las tasas de Tráfico.

Según un estudio comparativo elaborado por FACUA, el gasto medio que una persona debe desembolsar para conseguir el carnet de conducir asciende a 723 euros, siempre y cuando lo consiga en su primer intento y tras recibir veinte clases prácticas.

Por otro lado, la emigración de jóvenes aragoneses que buscan su futuro laboral lejos de la Comunidad y el retorno de extranjeros a sus países de origen como consecuencia de las altas tasas de desempleo han reducido considerablemente el número de clientes potenciales.

Tal y como refleja un reciente informe, en los últimos años se ha pasado de 122 personas en edad y condiciones de sacarse el carnet por cada autoescuela a apenas 48. Desde la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) aseguran que con la crisis su actividad "ha descendido más de un 60%".

Por primera vez, la Jefatura de Tráfico de la provincia de Zaragoza ha concedido menos de 12.000 carnés de conducir -en concreto, 11.993 el año pasado-, frente a los 13.668 de 2012. Tan solo crecen las expediciones de permisos de tipo A y BTP, el resto caen. En lo que va de 2014, la tendencia es similar, ya que en los meses de enero y febrero, 2.023 personas consiguieron su carnet.

Faltan examinadores

Pese a esta continua reducción de nuevos conductores en la Comunidad, muchos alumnos se han visto afectados por la carencia de examinadores de Tráfico para superar la prueba práctica. La jubilación de seis de estos funcionarios en los últimos dos años ha provocado en momentos puntuales tapones y retrasos que, previsiblemente se repetirán en la temporada de verano.

Por ello, las autoescuelas han sugerido la posibilidad de privatizar el servicio. Un extremo rechazado frontalmente por los propios examinadores y, a través de su comparecencia en el Congreso, por la directora de la DGT, María Seguí.

Sin embargo, la máxima responsable de Tráfico no anunció la esperada convocatoria de nuevas plazas y ofreció la "reubicación y distribución" de la plantilla actual para reforzar aquellas zonas más afectadas.