Un anciano con 2,4 millones en el banco se encuentra con sus cuentas bloqueadas por la DGA

Un juez decidió que el Instituto Aragonés de Servicios Sociales controlara el patrimonio del hombre para protegerlo de una supuesta estafa. Él dice que estaría totalmente desatendido si no fuera por los acusados.

El juicio por la presunta violación se celebró el pasado lunes en la Audiencia Provincial de Zaragoza a puerta cerrada.
El juicio por la presunta estafa se celebrará finalmente el próximo mes de septiembre
Heraldo.e

La Audiencia de Zaragoza debería haber juzgado ayer a Anca M. V. y Víctor V. por un presunto delito de estafa, ya que la Fiscalía les acusa de aprovecharse de las limitaciones de un anciano sin familia al que cuidan desde hace 16 años para que les deje en herencia su patrimonio: un piso en Zaragoza y 2,4 millones de euros repartidos en cuentas corrientes, fondos de inversión, planes de pensiones y depósitos de valores. La inasistencia del denunciante obligó a aplazar el juicio, pero sirvió también a la supuesta víctima para denunciar su "verdadero drama". Porque, según su abogada, diciendo protegerle, la DGA acaba de bloquear su patrimonio y no puede sacar "ni un euro" para gastos básicos.

Paradójicamente, los presuntos estafadores son los que siguen haciéndose cargo del hombre, que no tiene más que palabras de agradecimiento para la pareja. De hecho, asegura que nunca ha sido engañado por los acusados y si decidió legarles sus bienes fue por voluntad propia.

La Fiscalía, que pide dos años de cárcel para cada uno de los encausados, recuerda en su escrito de calificación que la mujer empezó a cuidar al hombre en 2002. El anciano había estado antes en una residencia, pero no logró adaptarse y alquiló un piso para irse a vivir allí con Anca M. V. y los dos hijos de esta. Más tarde se trasladó a este domicilio Víctor V., que ha colaborado desde entonces con la mujer en el cuidado del jubilado.

Según la letrada del anciano, este padece una distonía que le hace hablar con dificultad, "pero no tiene ninguna discapacidad cognitiva". Sin embargo, parece que el hombre necesita de sus cuidadores para comer, bañarse e incluso ir al aseo. En opinión de la Fiscalía, los acusados se valieron de esta estrecha relación para manipularlo y conseguir que les dejara sus bienes en herencia.

No tiene tutela, pero sí curatela

Según los abogados Ramón Campos y José Manuel Marraco, que representan a los encausados, "todo esto obedece únicamente a una guerra comercial". De hecho, recuerdan que la denuncia la puso el responsable de la entidad bancaria de la que el anciano se llevó su patrimonio.

Sobre las limitaciones y capacidad del jubilado para regir sus actos se pronunció este año el Juzgado de Primera Instancia número 13, que entendió que en este caso no cabía la tutela sino la curatela. La propia sentencia dice que se trata de "un apoyo de menos intensidad", por el cual se nombra curadora legal a la Comisión de Tutelas y Defensa de Adultos del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, y se nombra a un administrador para que vele por el patrimonio del anciano. A este respecto, la DGA reconoció ayer que se le han bloqueado las cuentas, pero aseguró que tiene asignada una cantidad importante para sus necesidades.

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