"Me ponían papeles en blanco con el número de cuenta y yo los firmaba"

La Audiencia juzgó este miércoles a un presunto testaferro de Eduardo Lacasta, dueño de fincas Atlanta, y a su hermano.

Los acusados, este miércoles, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Los acusados, este miércoles, durante el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.
Raquel Labodía

La Audiencia de Zaragoza fue este miércoles escenario de un nuevo capítulo judicial vinculado a Fincas Atlanta, un caso aún por juzgar que estalló en la primavera de 2013 con la detención de Eduardo Lacasta, propietario de un entramado empresarial con intereses inmobiliarios y hosteleros, entre otros. Este miércoles, en el banquillo se sentaron los hermanos Alfredo y Raúl L. S., dos extrabajadores de Lacasta que están acusados de apropiarse de 88.000 euros de una cuenta corriente de la empresa del grupo Servicios y Sistemas Hosteleros Zaragoza durante el tiempo que el principal señalado en el caso Fincas Atlanta estuvo en prisión provisional (entre mayo y agosto de 2013).

Alfredo L. S. figuró como administrador de esta y otras sociedades del grupo durante años. "¿Es usted testaferro de Lacasta?", le preguntó el fiscal durante la vista, a lo que él respondió afirmativamente. "El que mandaba era él (...) yo era titular de cuentas de las que no podía sacar un euro sin su firma", señaló Alfredo L.S. "Me ponían papeles en blanco con el número de cuenta y yo los firmaba", agregó.

Este extremo lo negó Eduardo Lacasta, que compareció en el juicio como testigo y está personado como acusación particular. "Alfredo me dijo que el dinero se lo había llevado para hacer un buen negocio. Yo confiaba en que me lo devolvería. Era mi amigo", señaló Lacasta, que afirmó que el acusado le dijo "si tú te has llevado 40 millones y has estado dos meses en prisión, yo por 100.000 euros (sic) estaré 15 días".

En la vista, a petición de la Fiscalía, también comparecieron un hijo y una hermana de Lacasta que afirmaron que conocían que Alfredo L.S. era el administrador de la citada empresa, un extremo que también manifestaron los tres trabajadores de la mercantil citados como testigos, aunque todos señalaron que nunca recibieron de este administrador instrucciones relacionadas con la gestión de la sociedad.

Por su parte, Raúl L. S. afirmó que recibió una transferencia de 13.250 euros de la cuenta de la empresa de la que era titular su hermano, pero señaló que fue en concepto del finiquito que acordó con Lacasta ya que trabajó varios años para él.

El fiscal solicita para Alfredo L. S. tres años de cárcel y uno para su hermano. La acusación particular, ejercida por Gerardo Benítez en nombre de Eduardo Lacasta, eleva la petición hasta los cinco años para el primero y tres para el segundo. La defensa, de la que se encarga Rafael Ariza en ambos casos, pide la absolución. El juicio continúa este jueves.

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