Santisteve se da diez días para pactar con la oposición un plan de inversiones de 8,6 millones

Con un mes de retraso, ZEC ha remitido este lunes al resto de los grupos una propuesta de modificación presupuestaria con el objetivo de concretar el destino del remanente que quedó en las cuentas de 2017. Con un margen de 8,6 millones para inversiones, el gobierno de Pedro Santisteve se dio diez días para cerrar un acuerdo, pese a la crisis existente por su decisión de expulsar a parte de los ediles de la oposición de las sociedades municipales para hacerse con la mayoría en los consejos de administración.

Según el concejal de Economía, Fernando Rivarés, el expediente se llevará a la comisión del 18 de mayo, con la previsión de que reciba el visto bueno de los grupos y pueda aprobarse en el pleno. La modificación no presenta sorpresas, más allá de que tras informar el interventor se ha producido una ligera reducción de la inversión inicialmente prevista: se pasa de 9 a 8,6 millones. El resto, hasta los 18,3 millones de remanente de 2017, se utilizará para pagar deuda de proveedores.

El gobierno ha hecho una propuesta con partidas genéricas, fáciles de enmendar para la oposición. Hay 150.000 euros para bomberos, de los que 30.000 irán para un nuevo vehículo y 120.000 para mejoras en las instalaciones. Un millón de euros se quiere destinar a coches de la Policía Local y otro millón más para alumbrado público. Se incluiría esa misma cantidad para renovar asfaltado. Las partidas más importantes son para pequeñas intervenciones en parques y jardines (2,5 millones) y 3 millones para obras menores.

Rivarés no fue muy estricto respecto al resultado final del destino del remanente, dado que para el gobierno municipal solo llegar a un acuerdo con la oposición en una fase tan crítica de las relaciones puede ser un balón de oxígeno. "No pensamos oponernos a ninguna propuesta que surja", afirmó el concejal de ZEC.

Crisis política

Hay que recordar no solo la crisis desatada en las sociedades municipales. Además, el pasado viernes se hizo público que ZEC, en una escalada de tensión que parece no tener fin, ha llevado a los tribunales una decisión aprobada por el pleno con los votos de la oposición: el bloqueo de los fondos de las empresas públicas, para garantizar así su control por parte de la corporación.

En este contexto, Rivarés afirmó que "cualquier cosa que se haga, con mayor o menor acierto, es una oportunidad histórica". Defendió que sean los grupos los que concreten el destino exacto de cada bloque de gasto, sin soslayar la posición de los técnicos municipales o de las juntas de distrito. Eso sí, aclaró que las obras que se planteen no deben requerir la redacción de proyectos, por razones de plazo. "Se deben licitar, adjudicar, ejecutar y pagar en un año", afirmó.

No descartó un acuerdo sin una negociación previa, dejando el resultado al albur de las votaciones de las distintas enmiendas que presenten los grupos. "Hablemos o no, lo que la mayoría diga en el pleno es lo que se hará", dijo Rivarés, que insistió en dejar de lado "las cuitas, inquinas y malos rollos entre siglas".

La oposición se guardó sus bazas. Los grupos políticos descartaron por el momento abrir un proceso de negociación con ZEC, dadas las malas relaciones, pero confirmaron que harán sus propuestas sin desvelar mucho más. Solo el PP avanzó que quiere reservar 250.000 euros para la compra de la Harinera de Casetas. Pero se evidenció que la previsión de todos ellos es la de modificar notablemente el planteamiento del gobierno.

"Es difícil reprobar al gobierno el viernes y aprobarle el remanente el lunes. Haremos una propuesta alternativa", dijo el portavoz popular, Jorge Azcón, que apuntó que "la clave estará en las mayorías que se formen" para aprobar el remanente.

Sara Fernández, de C’s, lamentó que no se les haya facilitado el informe de Intervención, pero se mostró dispuesta a hablar, mientras que Carmelo Asensio, de CHA, se quejó de la falta de concreción de ZEC. "Cambiaremos la propuesta", afirmó. El PSOE anunció que hará propuestas, pero prefirió no hacer comentarios sobre el remanente a la espera de estudiar el expediente.