El aeropuerto de Teruel ha licitado este jueves la construcción de un hangar y una nave de producción aneja destinados al proyecto promovido por la empresa suiza Sceye para montar y controlar dirigibles que volarán en la estratosfera y que generará 135 empleos directos y hasta 675 incluyendo los indirectos. El proyecto, que sale a concurso por 44.284.404 euros y con un plazo de ejecución de 20 meses, será, con mucha diferencia, el más costoso de los desarrollados en el complejo aeronáutico desde sus inicios.

El proyecto del hangar y la nave se financiarán con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel (Fite), que en 2023 destinó 10 millones de euros a las inversiones del aeropuerto. Una parte de esta cantidad se destinará a construir las instalaciones para los dirigibles estratosféricos. Las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 3 de abril.

El responsable de Sceye en España, Alfredo Serrano, ha ratificado el interés de la empresa por explotar las instalaciones que ahora salen a concurso y cuyo aprovechamiento deberá salir también a licitación. Serrano se mostró "muy ilusionado" con desarrollar el proyecto de los dirigibles. Añadió que la base de Teruel será "crítica" para la compañía porque dará servicio a toda la Europa mediterránea.

Sceye invertirá cinco millones

Añadió que la clientela para los dirigibles estratosféricos –volarán por encima de los 20 kilómetros de altura– está "asegurada". Se encargarán de ofrecer servicios de telecomunicaciones, toma de imágenes, vigilancia de emisiones o en materia de seguridad, entre otras prestaciones.

El directivo celebró el nuevo trámite del hangar y la nave de montaje, aunque lamentó que el proceso no haya ido más rápido. Si se cumplen los planes de Sceye, que tiene su principal sede en Nuevo México, la planta del aeropuerto turolense entrará en servicio a mediados de 2026 con el primer lanzamiento.

Para operar en Teruel, el consorcio propietario del aeropuerto, formado por la DGA y el Ayuntamiento, deberá sacar a concurso la explotación. Si, como todo apunta, Sceye se hace con la concesión, realizará una inversión añadida en equipamientos valorada en cinco millones de euros para poder iniciar la actividad.

Alfredo Serrano añade que la planta de Teruel será, aparte de la de Nuevo México, la única base de Sceye en el mundo en la que se confeccionará la envoltura de los dirigibles o HUPS (pseudosatélites que vuelan a gran altura, en las siglas inglesas).

Explica que la cubierta de las naves está formada por franjas de un tejido de alta tecnología tan largas como el zepelín entero –hasta 160 metros– que se sellarán entre sí para confeccionar todo la envoltura del dirigible en dos largas mesas que se instalarán en el aeropuerto. Los zepelines, que se impulsarán con energía solar y estarán llenos de helio, tras ser equipados con los sistemas de aviónica, navegación y telecomunicaciones e incorporar la carga de pago serán lanzados y controlados desde Teruel.

El directivo adelanta que, en cuanto puedan actuar, procederán a equipar la base de Teruel. Adelanta que la compañía contará con proveedores aragoneses siempre que sea posible y apuntó la posibilidad de colaborar con el Instituto de Nanocienca y Materiales de Aragón. "Estamos superinteresados con las instalaciones que se acaban de licitar", concluye.