Alcorisa conmemoró este martes el 40 aniversario de los Centros Rurales de Innovación Educativa de Teruel (Criet), una iniciativa pionera en España que se extendió a otras provincias y que surgió para que los alumnos de las escuelas unitarias –aquellas en las que conviven estudiantes de distintos cursos en un mismo aula– tuvieran acceso a idénticos recursos educativos que en una ciudad y pudieran relacionarse con compañeros de su edad.

Junto con Albarracín, la localidad de Alcorisa fue fundadora de los Criet en 1983, por eso el municipio abrió este martes las puertas del Antiguo Seminario y recibió allí a vecinos y familiares de los alumnos. Este edificio sigue, cuatro décadas después, acogiendo grupos de estudiantes de quinto y sexto de Primaria de distintas poblaciones rurales que conviven una semana al trimestre para participar de las últimas tendencias educativas y conocer a escolares de su mismo grado.

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La jornada contó también con un acto institucional que reunió a autoridades y exdirectores del Criet y acabó con un vino de honor que propició el reencuentro de profesores de este centro. La directora general de Política Educativa del Gobierno de Aragón, Ana Moracho; el director del Servicio Provincial de Educación en Teruel, José Luis Castán; y el alcalde de la localidad, Miguel Iranzo, fueron algunos de los representantes institucionales que acudieron a la celebración.

"En una escuela unitaria, hay alumnos que quizá no pueden jugar una partida de ajedrez con un compañero y mucho menos formar con otros un equipo de fútbol, por eso había que buscar una solución y se encontró en los Criet", explica el director del centro de Alcorisa, Alejandro Labay.

La socialización y la autonomía del alumno, así como la innovación educativa, son los tres puntos en los que trabaja con mayor intensidad el Criet de Alcorisa. En los últimos días, el centro ha transformado una de sus aulas en un supermercado ecológico en el que los escolares aprenden a obtener datos del etiquetado de los productos y a entender la gravedad de la huella del carbono que provoca el transporte de mercancías. Otra de las actividades ha consistido en organizar equipos que debaten sobre el clima.

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Labay reclama "un poco más de apoyo por parte de la Administración" para seguir desarrollando programas educativos tan punteros como los que se imparten en Alcorisa. Explica que el Antiguo Seminario necesita una reforma en profundidad para acabar con los desconchones del edificio, que data del siglo XVIII. Durante la pandemia de covid, una parte del inmueble se derrumbó y las obras de reparación aún no han terminado.

Doce mil alumnos de municipios turolenses han pasado por el Criet de Alcorisa desde que este, a la par que el de Albarracín, se inauguró en 1983. Con posterioridad entraron en funcionamiento los de Cantavieja –no existe en la actualidad– y Calamocha. Surgieron otros en el barrio rural zaragozano Venta del Olivar y en Benabarre (Huesca). Las comunidades de Castilla y León y Castilla-La Mancha importaron también la fórmula. "Debemos estar orgullosos de que este laboratorio educativo que son los Criet se originara en Teruel", destaca Labay.