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El ganado trashumante atrapado en La Mancha por la viruela regresa a la Sierra de Albarracín

Un protocolo de seguridad permitirá los desplazamientos en camiones sellados en los próximos días.

Elías González, un ganadero trashumante de Villar del Cobo, con sus ovejas en Ciudad Real.
Elías González, un ganadero trashumante de Villar del Cobo, con sus ovejas en Ciudad Real.
Heraldo.es

Los siete ganaderos trashumantes de la Sierra de Albarracín que tenían sus rebaños –unas 10.000 cabezas en total– inmovilizados en Ciudad Real a raíz de una epidemia de viruela ovina desatada en Castilla-La Mancha se disponen a regresar tras el acuerdo alcanzado entre las tres Administraciones implicadas: el gobierno castellano, el Gobierno de Aragón y el Ministerio de Agricultura. Los pastores asumen la aplicación de un protocolo de seguridad para prevenir contagios y se preparan para el traslado de las ovejas en camiones precintados, una operación que realizarán en los próximos días.

La administración castellanomanchega ha iniciado este martes la toma de muestras de saliva del ganado trashumante y, si como todo apunta, los resultados son negativos en la enfermedad, las reses podrán partir a finales de semana en dirección a los pastos de verano de la Sierra de Albarracín.

El protocolo de actuación para minimizar el riesgo de contagio consiste en un muestreo de saliva de los animales trashumantes para su análisis y, una vez confirmado que no tiene la viruela, proceder a embarcarlos en camiones sellados que serán desprecintados en el destino por los veterinarios del Gobierno aragonés. Una vez en los pastos de verano, las ovejas llegadas de Ciudad Real deberán permanecer 30 días sin contacto con otras reses del territorio como última cautela. 

Desde el Departamento de Agricultura aclaran que el riesgo de contagio es "muy bajo" porque los rebaños trashumantes han permanecido a 200 kilómetros de los focos más cercanos de la epidemia, que provoca unos síntomas totalmente ausentes de los animales llegados de la provincia de Teruel.

Uno de los ganaderos que, al fin, podrá emprender el camino de vuelta a la Sierra de Albarracín, Elías González, muestra su profundo alivio ante la inminente partida, que, debido a la viruela, se producirá con un mes de retraso sobre las fechas previstas. La estancia de invernada en tierras manchegas debería haberse cerrado el pasado 1 de junio. 

González recuerda la "lucha" mantenida por los pastores turolenses atrapados con sus rebaños en La Mancha y agradece la colaboración de la Junta de Castilla-La Mancha, que ha proporcionado pienso para los animales inmovilizados. El reto inmediato de este trashumante es contratar los cinco camiones que precisa para desplazar sus 1.400 cabezas hasta los montes turolenses.

Uno de los últimos trámite previos al traslado de vuelta del ganado trashumante ha sido la reunión celebrada el pasado lunes en Villar del Cobo para sondear la opinión de los pastores locales respecto de la llegada de los rebaños de sus colegas desplazados a Ciudad Real. La cita, a la que acudieron 14 ganaderos, concluyó con la aprobación general para el regreso de las ovejas inmovilizadas en La Mancha y con la petición de que la vuelta se haga realidad "cuanto antes", según ha explicado uno de los asistentes.

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