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Javier Carbó: "Si el edificio de Teruel se hubiera caído mientras dormíamos, ningún vecino habría sobrevivido"

El portavoz de las 21 familias que perdieron su casa con el derrumbe de San Francisco afirma que el Ayuntamiento "no se tomó en serio" los avisos de filtraciones.

El portavoz de los vecinos que perdieron sus hogares, Javier Carbó, delante del albergue de Cáritas, que les ha acogido temporalmente.
El portavoz de los vecinos que perdieron sus hogares, Javier Carbó, delante del albergue de Cáritas, que les ha acogido temporalmente.
Antonio Garcia/Bykofoto

¿Qué le parece la reubicación que lleva a cabo el Ayuntamiento con las 23 familias desalojadas por el hundimiento del número 21 de la calle San Francisco?

Es insuficiente, aunque valoramos el trabajo que se está haciendo, pero hay que realojar a todo el personal afectado. Solo hay cuatro pisos ocupados por familias que perdieron su casa y, por otro lado, hay incertidumbre entre los afectados porque la reubicación solo es por seis meses.

¿Le gustaría una solución más estable en el tiempo?

Nos gustaría una garantía temporal que nos quite de encima la incertidumbre. Al cabo de seis meses, volverá la incógnita sobre el futuro de los desalojados.

¿Qué o quién tuvo la culpa del derrumbamiento?

No somos técnicos, pero tenemos claro que durante mucho tiempo, y con más intensidad en los últimos 15 días, había filtración de agua en la finca y no podíamos valorar el alcance de lo que ocurría. Es necesario investigar por qué se produjo el colapso tan repentino. Es evidente que en los garajes entraba agua, pero cómo afectó al edificio lo deberán decir los técnicos. A las 08.00 del día del derrumbamiento o incluso más tarde, yo pasé junto a los pilares maestros y estaban normales, no dañados como aparecen en las fotos que han circulado por internet.

¿Cómo se deterioraron tanto en tan poco tiempo hasta el punto de colapsar?

No soy un especialista para saberlo, pero los técnicos apuntan a que el deterioro fue repentino por la presión que soportaron debido a causas externas. Si cualquiera de los vecinos hubiera visto los pilares tal como aparecen en las fotos, no hubiéramos esperado a las 10 para llamar al 112 y desalojar. Si los hubiéramos visto tan mal a las 10 de la noche del día anterior, cuando estuvimos trabajando en el garaje para canalizar el agua putrefacta que entraba, no hubiéramos esperado al día siguiente para desalojar. Eso es evidente. El deterioro se produjo en menos de una hora.

¿Las filtraciones son la clave del hundimiento?

Sí, fueron decisivas. No se pueden obviar. Más que filtraciones eran entradas caudalosas. Otra cosa es determinar cómo desencadenaron el derrumbamiento. Eso corresponde a los técnicos.

¿Cuándo comunicaron al Ayuntamiento la copiosa entrada de agua en los garajes?

Desde hacía 10 o 12 días se llamaba al Ayuntamiento para comunicar las filtraciones y desde allí nos remitían a la empresa de aguas municipal. El problema no era nuevo. También se comunicó al administrador de la finca. Fue un proceso largo.

¿Cómo valora la respuesta municipal ante las comunicaciones de filtraciones?

El pasado día 9 hablamos con el concejal de Infraestructuras, Juan Carlos Cruzado, y le pedimos que hiciera algo más de lo que se había hecho hasta el momento, que fue mandar a la empresa de aguas. Le pedimos que el Ayuntamiento tomará cartas en el asunto para analizar el alcance de lo que ocurría y, aunque nos dijo que sí, al día siguiente solo actuó la empresa de aguas para ver qué pasaba en las alcantarillas.

¿Qué respondió el concejal ante sus reiteradas quejas?

Teníamos la sensación de que ocurría algo más grave de lo que aparentaba. Queríamos que se pusiera las pilas porque algo iba a pasar. Que no se limitara a avisar a la empresa de aguas, pero no se lo tomó en serio o no creyó en lo que le decíamos los vecinos. Debió llamar a los técnicos municipales para inspeccionar los muros que soportaban las filtraciones. Era lo que le pedíamos. El Ayuntamiento se escudó en la compañía de aguas para no intervenir directamente. No era la respuesta que pedíamos.

¿Cómo se hizo la evacuación cuando el edificio se hundió?

El proceso de evacuación se precipitó con el deterioro de los pilares de los garajes. La mayoría de los vecinos estábamos fuera del edificio a las 10.00, cuando quienes seguían dentro oyeron crujidos y uno de ellos bajó a ver los pilares. Entonces avisó de la situación a su madre, la presidenta de la comunidad, que, con una serenidad sorprendente, fue puerta a puerta llamando a todos los vecinos para que salieran. Paralelamente, se llamó al 112 y cuando llegó el operativo de rescate casi toda la gente estaba ya fuera de la finca. Hay que agradecer la entereza de la persona que llamó puerta a puerta. Actuó en medio de una gran incertidumbre. Fue desalojar y hundirse la casa.

La presidenta de la comunidad tuvo las cosas muy claras, afortunadamente.

Su reacción es de admirar. No dio tiempo a una evacuación planificada. Pero, si el viernes previo al hundimiento, hubiera venido un arquitecto municipal a ver la situación, hubiera visto la entrada continua de agua y hubiera sabido leer la situación mejor que los vecinos. A lo mejor se podría haber hecho un desalojo más organizado y con tiempo suficiente. No hubiéramos llegado a ese desalojo improvisado en el que la gente salió con una mano delante y otra detrás.

¿Se ha planteado que hubiera pasado si el derrumbamiento se hubiera producido durante la noche, cuando todos dormían?

La situación sería totalmente distinta, porque no hubiéramos sobrevivido nadie.

¿Contemplan denunciar al Ayuntamiento por no haber estado a la altura que requerían las continuas filtraciones?

Tenemos que trabajar todos los implicados en conjunto. No sé si habrá que denunciar o no. Los vecinos tenemos que pedir transparencia y dejar trabajar a los seguros y al Ayuntamiento. Actuaremos en función de la información que vaya saliendo. La posibilidad de denunciar al Consistorio está sobre la mesa, pero ahora lo principal es analizar las causas.

¿Desconfían del desescombro que haga el Ayuntamiento?

Desde la primera reunión con el Ayuntamiento tras el hundimiento, plantea un desescombro ordenado que nos permita recoger enseres, recuerdos y objetos personales. Pero la realidad es que no va a empezar mañana ni será fácil. Quien lo acometa lo deberá de hacer de forma ordenada con transparencia para todas la partes: seguros, Ayuntamiento y vecinos. No hay que esconder nada.

¿La finca y los pisos estaban asegurados?

Tenemos un seguro de la comunidad de vecinos que cubre el continente, el edificio, y la mayoría de los propietarios tiene seguros para los contenidos de cada vivienda. Todos hemos dado parte. Para nosotros, ha sido un avance que el consorcio de seguros haya contactado con nosotros, nos tranquiliza.

¿Le constan defectos de construcción en la finca?

No, no teníamos ningún informe negativo de ningún aspecto de la finca. Se ha dicho que el edificio era viejo, pero hasta el año que viene no tenía que pasar la inspección técnica de edificios. La finca estaba bien y no era vieja. Pero un agente externo la hundió.

¿Qué le parece la respuesta solidaria de la ciudad?

Agradecemos las muestras de solidaridad recibidas porque Teruel se ha volcado para ofrecer, ropa, viviendas… La gente quiere ayudar a los afectados directamente. Entre ellos, también están las familias que vivían en el número 19 y algunas del 23. La plataforma de afectados de la que se ha hablado debería ir más allá del número 21 y reclamar una actuación completa en toda la calle San Francisco.

¿Cómo se plantea el futuro tras quedarse sin casa de un día para otro?

Cada caso es distinto. Somos una pareja sin hijos y eso facilita la toma de decisiones. Nuestro trabajo está en Teruel y no podemos vivir en nuestros pueblos de origen. Nuestro objetivo inmediato es buscar una vivienda en la ciudad, aunque seguiremos peleando por la reubicación de todos los afectados. Queremos una alternativa residencial para rehacer nuestras vidas de una forma normalizada.

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