TERUEL

Cientos de vecinos ofrecen ayuda a las 21 familias que han perdido su casa en Teruel

Ponen viviendas a disposición de los afectados y brindan apoyo psicológico, técnico y legal.

Reunión de vecinos afectados por el edificio derrumbado en Teruel
Reunión de vecinos afectados por el edificio derrumbado en Teruel
Antonio García / Bykofoto

El derrumbe de un edificio de cinco plantas el pasado martes en la céntrica calle San Francisco de Teruel, que en pocos minutos dejó sin hogar a 21 familias, ha provocado una oleada de solidaridad entre los habitantes de la ciudad. La tragedia ha impactado en el corazón de los turolenses que viven dentro y fuera del municipio, quienes se están volcando para contribuir a mitigar el dolor y la sensación de desamparo que ha invadido a los afectados.

Desde que ocurrió la catástrofe, cientos de personas han contactado con la Federación de Asociaciones de Vecinos de Teruel para ofrecer su ayuda. Algunos ponen a disposición de los damnificados viviendas que no utilizan o bien las usan solo como segunda residencia. Hay psicólogos expertos en situaciones de desastre que brindan su apoyo, arquitectos que se prestan a evaluar lo sucedido y abogados que quieren dar asesoramiento legal.

"En menos de 12 horas llamaron 421 personas y ahora ya son más de 450 los vecinos que quieren aportar su grano de arena", explicó el presidente de la Federación de Vecinos, Pepe Polo. Hay chefs de restaurantes que proponen cocinar para los desalojados y turolenses emigrados a Valencia y Barcelona que quieren donar dinero. Multitud de vecinos ofrecen ropa, pues ante el inminente hundimiento todos salieron corriendo con lo puesto, dejándose dentro hasta el DNI y la tarjeta sanitaria.

Ante esta crítica situación, las familias se reunieron este miércoles y acordaron crear una plataforma de afectados desde la que no descartan iniciar acciones legales en busca de responsables del suceso. Insisten en que, en el colapso del inmueble, bautizado como Edificio Amantes, pudieron tener mucho que ver las filtraciones de agua procedente del alcantarillado que sufría la construcción desde hacía días y de las que fue avisado el Ayuntamiento.

Javier Carbó y Elvira Martín, portavoces de los vecinos que han perdido su casa, subrayaron que la asociación deberá englobar a inquilinos de todos los inmuebles de la zona y no solo a aquellos que vivían en el Edificio Amantes, pues, según aseguraron, son muchas las construcciones de esta parte de la ciudad que sufren humedades y cuyos propietarios pueden resultar perjudicados. "¿Quién va a comprar un piso en mi comunidad sabiendo que hay filtraciones?", se preguntó Martín.

Lo más preocupante para los afectados, alojados de manera provisional en hoteles y en el albergue de Cáritas, es que no tienen una vivienda estable. La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, les comunicó que la Diputación Provincial dispone de tres pisos y el Ayuntamiento de uno, que serán cedidos a los más necesitados. Pero se necesitan en torno a 30 casas, pues a las familias del edificio siniestrado se suman otras que habitaban en un inmueble contiguo que ha quedado dañado. Por ello, el Consistorio hablará con inmobiliarias para conseguir más pisos que contarían, parcial o totalmente, con financiación municipal.

El Ayuntamiento entregará a cada unidad familiar un cheque de 1.000 euros para gastos básicos y está ayudando a los perjudicados a obtener su nueva documentación. Además, ha contratado a una empresa que rescatará de entre los escombros los pocos enseres y recuerdos que hayan quedado. Sin embargo, los vecinos opinan que las propuestas municipales se quedan "en buenas voluntades más que en soluciones concretas".

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