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Alcañiz reabre el Corcho tras ocho meses de obras en el cerro de Pui Pinos
El tráfico volverá a circular a partir del próximo miércoles, si bien los trabajos de consolidación del cerro no han acabado
El avance de las obras de estabilización del Cerro Pui Pinos de Alcañiz permitirá la reapertura al tráfico del Corcho, el tramo de travesía correspondiente a las calles Muro de Santiago y Ronda de Teruel que lleva ocho meses cortado al tránsito rodado para la realización de estas obras de emergencia.
El Ayuntamiento de Alcañiz y la dirección de la obra trabajan para que esta reapertura esté en marcha el próximo miércoles. Para ello se están llevando a cabo estos días trabajos de retirada de escombro y reorganización de maquinaria. El objetivo es asegurar la convivencia correcta entre el desarrollo de las obras, que van a continuar, y la circulación rodada.
El Corcho alcañizano se cerró al tráfico el pasado 31 de agosto; desde entonces, se permite el acceso de residentes y de servicios a establecimientos comerciales, tanto en la zona de Torreones como al otro costado, junto a San Francisco, pero no es posible atravesar el propio tramo bajo la obra, señalizada y tapiada durante todo este tiempo.
En cinco días ese tapiado se levantará y Alcañiz recuperará uno de sus tres ejes fundamentales de circulación; los otros dos son el Paseo Andrade y el corredor Galán Bergua-Avenida Aragón. Este último precisamente se vio afectado por obras en el entorno del hospital y se someterá, así lo anunció el Gobierno de Aragón hace pocos días, a obras de reasfaltado que lo mantendrán también con afecciones al tráfico dentro de pocas semanas.
La reapertura del Corcho, tramo de titularidad estatal como carretera nacional, implica un plan de tráfico que permita la convivencia del tráfico habitual con los vehículos pesados que seguirán transitando debido a que las obras del cerro continuarán al menos hasta septiembre.
Un total de 37 pilotes de compactación, de hasta 14 metros de profundidad cada uno, ya están sosteniendo la estructura de Pui Pinos en la vertiente que sufrió un desprendimiento del que este mes se cumplen seis años.
Todo ese hormigón inyectado en la montaña cimentará la instalación posterior de pantallas protectoras, cerca de un centenar, con las que se concluirá la parte más delicada de estas obras, iniciadas hace nueve meses. Alrededor de 5 millones de euros, contabiliza el Ayuntamiento de Alcañiz, se invertirán en esta fase, de la que aproximadamente se encuentran certificados un 40%, y que en estos momentos centran su atención en el entorno de la muralla del Cuartelillo, donde se están llevando a cabo labores de recalce para reforzar el asentamiento de los pilares.
La tormenta con granizo y tornado que descargó sobre Alcañiz a principios del verano pasado ocasionó desperfectos de consideración en numerosos lugares de la ciudad, entre ellos, la ladera sur del cerro, que ya sufrió un desprendimiento parcial en abril de 2017.
