De turismo en Teruel: excursiones para descubrir el encanto del Bajo Aragón
La comarca turolense cuenta con varias localidades que merecen un alto en el camino.
Disfrutar estos días de la Ruta del Tambor y del Bombo del Bajo Aragón es una de las mejores opciones para esta Semana Santa. Los nueve pueblos que la conforman se tiñen del azul, morado y negro para acoger con fervor cada uno de los actos que se celebran en Albalate del Arzobispo, Alcorisa, Andorra, Híjar, Puebla de Híjar, Samper de Calanda, Alcañiz, Calanda y Urrea de Gaén. Localidades que comparten encanto con otras tantas del Bajo Aragón que, también por su belleza y encanto, merecen una visita. A continuación destacamos cinco de ellas:
Castelserás, un puente con historia
Este bonito pueblo se enclava en un margen del río Guadalope, cerca de su confluencia con el Mezquín. En este punto es posible visitar un gran puente, uno de los mejor conservados de la provincia turolense. La estructura está formada por cuatro arcos, tres de ellos de grandes dimensiones. El rincón más pintoresco es el de la fuente con una mujer que porta un cántaro, una escultura de 1991 inspirada en las mujeres del pueblo. Además, desde lo alto de su ermita pueden contemplarse las vistas del entorno.
El magnífico entorno natural que rodea a este municipio cercano a Alcañiz permite hacer excursiones andando o en bicicleta. A las afueras del pueblo hay un rincón mágico: una espada clavada en una piedra junto al río Guadalope que es visitada a menudo por personas que buscan ayuda para cumplir un sueño perseguido.
Alcañiz, capital del Bajo Aragón Histórico
Es la capital del Bajo Aragón Histórico y el segundo municipio más poblado de la provincia de Teruel. Su castillo Calatravo, sus vestigios góticos y sus empedradas calles trasladan al visitante a tiempos pasados. Construida en 1117, hace ahora 900 años, son muchas las historia y misterios que sobrevuelan el ambiente. La historia de su fortaleza, de la orden calatrava y sus sorprendentes pasadizos no dejan indiferente a nadie.
Pero hablar de Alcañiz es también hablar de motor. Además del circuito de velocidad Motorland, uno de los mejores del mundo que acoge grandes pruebas como el Mundial de MotoGP, el Circuito Urbano Guadalope se presenta es otro de sus grandes atractivos.
Mas de las Matas, posición privilegiada
Cerca de puntos del Maestrazgo y de la Comunidad Valenciana, su origen se debe a su posición privilegiada entre el Valle del Ebro y la Cordillera Ibérica, lo cual ha favorecido a lo largo de la historia para diversos asentamientos, desde el Neolítico hasta los siglos XVI o XVII. Respecto al entorno y su cultura destacan en la localidad tres museos visitables: Alfarda, el Molino Harinero y la Casa Feliu, además de una ruta acompañada por el sonido del agua en la que descubrir las curiosas acequias y lavaderos que existen en el pueblo.
La localidad celebra diferentes festividades como el Regreso del Comendador que se presenta como símbolo de identidad de la villa y tiene lugar el cuarto fin de semana de septiembre.
Belmonte de San José, y su feria medieval el Sábado Santo
Belmonte de San José está situado en la comarca del Bajo Aragón y cuenta con 140 habitantes. Es un bonito pueblo rodeado de un increíble patrimonio natural. Su ubicación entre los barrancos que forman parte de la cabecera del río Mezquín es el origen de que también se le conozca con el nombre de Bellmunt de Mesquí.
Callejeando por sus calles, plazas y escalinatas se accede a pequeños miradores desde los que se puede contemplar un magnífico paisaje natural. Durante la Semana Santa destaca, el Sábado Santo la recreación histórica 'La Carta Puebla'. Durante ese día hay una feria medieval en la que se realizan exhibiciones de aves rapaces, recreaciones históricas y otros talleres y actividades relacionados con la época.
Cañada de Verich, el encanto de un pequeño pueblo
Este pueblo de poco más de cien habitantes está lleno de encantos y rodeado de una naturaleza que permite realizar múltiples actividades al aire libre. Entre sus calles, destaca la parroquia de San Blasuna, junto a la carretera. Una construcción del siglo XVI con un aspecto casi de fortificación.
A su lado, en la plaza Mayor, se encuentra la casa consistorial, antiguo palacio de los Calatravos, guardianes del municipio tras la Reconquista. Es una edificación en piedra, robusta y en la que destaca el arco adovelado de la portalada. En el mismo edificio, en los bajos, está situado el único establecimiento hostelero de la localidad. También destacable su antigua nevera, convertida en la conocida como Ruta del Frío. Para hacerlo es suficiente caminar unos cuatrocientos metros en dirección hacia el barranco de la Val. El camino está perfectamente señalizado.
