Un estruendo de cencerros ha inundado este sábado a mediodía la plaza Mayor de Albarracín en protesta por las talas de árboles que desde hace dos años lleva a cabo la histórica Comunidad de Albarracín –integra 23 municipios– en la Vega del Tajo, un área de gran valor medioambiental por su biodiversidad y en la que nace el Tajo, el río más largo de la Península Ibérica. Los convocantes de la movilización, la plataforma vecinal Sos Montes Universales y el Observatorio de la Sostenibilidad (OS), consideran que las cortas son excesivas y que, al realizarse con maquinaria pesada, se está destruyendo el suelo.

Alrededor de 250 personas han participado en la manifestación. Además de hacer sonar sus cencerros, llevaron pancartas en las que podía leerse ‘Menos maquinones y más peones’, ‘Stop a las talas masivas’ o ‘Desastres mil en Natura 2000’. Dos portavoces de Sos Montes Universales han leído un texto que denunciaba "el destrozo de manantiales y de miles de nidos de pájaros", así como el bajo precio que se paga por cada tonelada de madera, según afirmaron, tan solo ocho euros. "No es tolerable que por cuatro perras se destruya un espacio tan valioso", destacaba el manifiesto.

Antonio Garcia/Bykofoto

Los representantes de Sos Montes Universales y OS han dirigido en muchos momentos sus palabras al alcalde de Albarracín, Michel Villalta, que desde el balcón de la Casa Consistorial grababa con su teléfono móvil el desarrollo de la manifestación. "Hay que proteger el monte, porque es nuestra casa y aquí queremos seguir viviendo", le han espetado al regidor. De forma simbólica, los organizadores de la protesta han otorgado tres premios ‘Bolsonaro’ al regidor de Albarracín, a la presidencia de la Comunidad de Albarracín y a la Dirección Provincial de Medio Ambiente.

Muchos de los participantes en la protesta eran vecinos de municipios de la sierra. Amado Martínez, de Guadalaviar y portando un cencerro de fabricación artesana de más de 10 kilos, ha afirmado no estar de acuerdo "con el trato que se da a los bosques". Marisa Sánchez, de Orihuela del Tremedal, tachó la tala de árboles de "descerebrada" y afirmó que "tras la pérdida de un ser querido, lo peor es ver morir a la naturaleza". Dos jóvenes de Teruel, Marcos Albiol y Ainhoa Villarroya, lamentaron el "destrozo" que las cortas ocasionan en la Vega de Tajo y pidieron "una solución". "Mi abuelo trabajó en el monte de Albarracín y usaba una mula para arrastrar los árboles, nada que ver con lo que se hace ahora", subrayó Ainhoa.

Visiblemente disgustado con la protesta, al término de la misma el acalde de Albarracín ha manifestado que el Ayuntamiento acudirá a los tribunales. "Se están haciendo acusaciones muy graves y están dañando la imagen de la Sierra de Albarracín, cuyo motor económico es el turismo y el patrimonio forestal", ha dicho Michel Villalta. El regidor ha culpado a Sos Montes Universales de haber construido "un relato apocalíptico y ficticio", así como un discurso "incendiario y con vehemencia desmesurada".

Villalta ha afirmado que las cortas se realizan siguiendo un plan de ordenación forestal avalado por técnicos del Gobierno aragonés que garantiza la conservación y mejora de los montes. “Somos los primeros interesados en una gestión forestal sostenible; no queremos mermar el potencial turístico”, ha dicho. La Fiscalía de Medio Ambiente de Teruel ha abierto de oficio diligencias sobre la tala de árboles.