Albarracín aprovechará sus bosques para facilitar calefacción barata a todo un barrio

Una red de calor que costará 1,7 millones aportará agua caliente a 200 viviendas y seis edificios públicos.

El alcalde de Albarracín, en la zona que se abastecerá de calefacción.
El alcalde de Albarracín, en la zona que se abastecerá de calefacción.
Jorge Escudero

Albarracín pondrá en marcha en 2023 un proyecto de energías renovables pionero en Aragón consistente en proporcionar calefacción y agua caliente para usos sanitarios a todo un barrio, el de la Senda Muerta, a partir de dos calderas que consumirán astillas procedentes de montes que son propiedad del Ayuntamiento y de la Comunidad de Albarracín, conjuntamente. La iniciativa permitirá abastecer a seis equipamientos públicos de esta localidad de 990 habitantes y a 200 viviendas construidas o proyectadas. Como combustible se utilizarán 400 toneladas anuales de residuos de la actividad forestal, lo que permitirá un ahorro respecto a los combustibles fósiles del 60%.

El proyecto, gestionado a través de una comunidad energética local, acaba de recibir una subvención de 862.890 euros del Ministerio para la Transición Ecológica sobre un presupuesto total de 1.708.750 euros. La inversión deberá ejecutarse en un plazo de 14 meses y el Ayuntamiento busca ahora a un inversión capaz de completar la financiación y ejecutar el proyecto. El primer contacto para materializar la red de calor ha sido con la multinacional Veolia y, aunque positivo, todavía no hay nada cerrado. El alcalde, Michel Villalta, reconoce que es vital cerrar un acuerdo rápido para ejecutar las obras en plazo para no perder las ayudas.

La comunidad energética local está formada por 17 socios, entre los que figuran el propio Ayuntamiento, la empresa que se encargará de proporcionar las astillas, comunidades de propietarios y promotores de viviendas. Uno de los constructores, Agustín Gorbe, reconoció que ofrecer a sus futuros clientes un sistema de calefacción barato será un incentivo importante. Señaló que el objetivo final del proyecto es abastecer todo el Arrabal de Albarracín –el casco urbano levantado extramuros y la principal zona de crecimiento urbano–.

El promotor explicó que dotará a las viviendas de un sistema de calefacción autónomo, pero con la posibilidad de sustituir la fuente de calor por la red de calor alimentada con biomasa. Añadió que, aunque este sistema es "usual" en otros países, será una novedad en la provincia de Teruel, con el añadido de asegurarse la sostenibilidad a partir de un recurso «local», como la madera.

Para tender las tuberías de transporte del agua caliente, se utilizarán dos kilómetros de conducciones de distintos tipos, pero siempre aisladas térmicamente para que solo pierdan un grado por cada kilómetro de tendido.

Villalta espera que la oferta de calefacción barata contribuya a la promoción de viviendas porque la nula oferta residencial actual es "un problema muy serio" a la hora de atraer población. El alcalde agregó que, para que los particulares se incorporen a la red de calor, la rebaja en costes respecto a los combustibles fósiles será "sustancial" –nunca inferior al 40%–, aunque una empresa energética complete la financiación con una inversión que amortizará a largo plazo.

La red de calor calentará, como equipamientos públicos, el pabellón municipal, los colegios de educación Infantil y Primaria, el instituto de Secundaria, el complejo deportivo –que engloba las piscinas–, el aparcamiento de autocaravanas y la residencia de la tercera edad. Entre los potenciales consumidores privados, destacan cuatro bloques con 120 pisos y una promoción de 100 unifamiliares. La instalación de las calderas junto al pabellón municipal –dos, que funcionarán alternativamente– y el tendido de tuberías durará ocho meses. La comunidad energética local, incluye también una plata de energía fotovoltaica para autoabastecimiento eléctrico.

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