Las obras para acabar con la peligrosidad del cruce entre la N-330 y la variante de la N-234 a la altura de la capital turolense han comenzado ya. La empresa adjudicataria de los trabajos, Construcciones Sarrión, ha desplegado sobre el terreno la maquinaria necesaria para empezar a ejecutar el proyecto de mejora, que tiene un coste de 15,7 millones de euros y un plazo de 24 meses.

El plan contempla modificar el trazado actual en un tramo de cinco kilómetros, entre Villastar y Teruel, para poder dotar de más anchura a la calzada. La vía existente carece de arcenes, lo que hace muy arriesgada la conducción y, sobre todo, las maniobras de adelantamiento, teniendo en cuenta que a diario pasan por allí en torno a 200 camiones y 2.000 vehículos ligeros.

El punto de conexión entre la N-330 en dirección a Cuenca y la variante de la N-234, que ahora solo cuenta con un carril intermedio para girar hacia la izquierda, se resolverá con una rotonda que distribuirá el tráfico en todas las direcciones, con una mayor seguridad para los conductores. Este cruce registra mucha circulación, con una Intensidad Media Diaria (IMD) total de 7.652 vehículos, de los cuales 7.121 son ligeros y 531, pesados.

La N-330 de Teruel a Cuenca está llamada a convertirse en un tramo de la A-40 o autovía de la Meseta Sur, pero este plan existe solo sobre el papel. Tras dos décadas de trámites, para transformar esta carretera solamente hay sobre la mesa un anteproyecto que contempla por igual el desdoblamiento de la calzada que la realización de mejoras en la vía actual. Sin embargo, las deficiencias de esta última han hecho que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) impulse la mejora de los kilómetros con más tráfico, los que van de Villastar a Teruel.

Tras la intervención iniciada en los últimos días, este tramo tendrá dos carriles –uno por sentido– de 3,5 metros cada uno y arcenes exteriores de 1,5 metros. Mantiene el eje actual en la llegada a la N-234, pero el resto del trazado es exento. Contará con dos nuevos enlaces, en Villaspesa y Valdeciervos, que comunicarán el eje proyectado con la vía actual y se construirá un puente sobre la rambla de Barrachina, diez muros de contención de suelo reforzado y dos muros de escollera.