Los partidos, divididos ante la posible reapertura de térmicas con la planta andorrana cerrada

Mientras Andorra vive atónita y con indignación la posible reapertura de la central de carbón de As Pontes, en Galicia, los partidos políticos aragoneses han reaccionado con división de opiniones. PSOE y PAR restan importancia a que el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) valore la reversión del cierre de las térmicas. Centran su discurso en que es algo temporal, mientras que el PP, Cs y CHA coinciden en criticar la rapidez con la que se derriba la térmica andorrana, al no considerarla relevante para la garantía de suministro energético nacional y cuando aún no hay alternativa real de empleo.

El vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria, Arturo Aliaga, no considera que el Gobierno se precipitara con Andorra, defiende que la posible reapertura de As Pontes sería provisional y que la decisión del fin de las térmicas, al igual que las nucleares, es un hecho. "Cuando se tomó la decisión sobre Andorra se hizo por su obsolescencia técnica, ya tenía 40 años; y por los precios del CO2. Entonces, las empresas no protestaron porque había que acometer inversiones muy fuertes para seguir funcionando", destaca Aliaga. "Lo que ha pasado con la guerra –continúa– nadie lo esperaba, pero en Europa y en España se ha hecho una apuesta por el clima y en Aragón nos lo hemos tomado muy en serio, producimos 19 millones de megavatios de los que consumimos 10".

En la misma línea se muestra el diputado nacional del PSOE por Teruel, Herminio Sancho, para el que las térmicas "hace tiempo que quedaron amortizadas". Considera que no son la solución para que se rebaje el precio de la luz y que no hay que tener en cuenta que países como Alemania hayan autorizado la reapertura de todas las térmicas cerradas.

"Es nuestra obligación luchar por el cambio climático, aunque la mitad del mundo no quiera contribuir", apunta Sancho, quien es también alcalde de Mezquita de Jarque. Defiende que el Gobierno "está trabajando" en la reindustrialización de la cuenca minera aunque aún no se haya presentado ni firmado el plan de transición justa que anunció la ministra Teresa Ribera, hace tres años y medio. "Es injusto que Andorra sufra. Me transmiten que todo va a salir bien, pero es verdad que se está hacienda larga la espera", añade.

Desde el PP cargan contra la gestión del Ministerio de Transición Ecológica. El diputado estatal por Teruel y alcalde de Calanda, Alberto Herrero, lamenta que se cerraran las centrales para pasar a comprar energía térmica a Marruecos. "En el mundo, hoy se quema más carbón que hace 20 años y aquí somos los adalides de la energía limpia a costa del bolsillo de los españoles", afirma.

El secretario territorial de CHA en las comarcas turolenses y director general de Vertebración del Territorio, Chema Salvador, recuerda que su partido pidió posponer el cierre hasta 2025 para desarrollar una alternativa real de empleo. "Entendíamos que la transición energética era algo más que lo pactado a nivel estatal y europeo, porque no podíamos dejar a la zona sin alternativas al sustento de la térmica", recuerda. Salvador afirma que el anuncio de la posible reapertura de As Pontes y la consideración de revertir el cierre de las centrales que generan electricidad mediante la combustión de carbón es "una puñalada al territorio".

"El Gobierno quiso alzar la bandera verde sin otro criterio económico o de empleo y sin tener un plan B para Teruel", afirma el coordinador territorial de Ciudadanos en Teruel, Ramón Fuertes, para quien "Andorra tiene futuro gracias a los andorranos y a la iniciativa privada, pero no por el presidente Pedro Sánchez".

Por su parte, el profesor emérito de análisis económico de la Universidad de Zaragoza Pedro Arrojo, que estuvo en las filas de Podemos y que participó en el movimiento ecologista que reclamó el cierre de la central, insiste en que "no se puede echar atrás el reto del siglo XXI". Arrojo señala que es necesario frenar el cambio climático "para evitar una catástrofe global que quebrará la economía más que la crisis por la guerra de Ucrania o la crisis energética".

Arrojo, que pese a la posible reapertura de la central de As Pontes y el incremento del precio de la energía insiste en defender el cierre de la central turolense, dice "comprender" a la población de Andorra, pero considera que la transición a las energías limpias "no tiene por qué ser una ruina" y señala que la subida responde "a la especulación".