La figura de un toro alado en rojo, negro y tonos grises, que mira desafiante hacia atrás bajo la estrella mudéjar, protagoniza el cartel que anunciará el retorno de la Vaquilla después de dos años en blanco por la pandemia de coronavirus.

Su autora, que ha ganado el concurso convocado por el Ayuntamiento, es María Giménez Fortea, una zaragozana con raíces en Teruel que lleva siete años afincada en Londres, donde trabaja como diseñadora gráfica en una revista digital.

Su obra, seleccionada por un jurado profesional como una de las diez finalistas, ha obtenido 565 votos del público -24,08%-, frente a los 427 del que quedó en segunda posición -18,20%-. El Ayuntamiento hará una tirada de 2.500 ejemplares que serán repartidos por toda la ciudad y la provincia.

“Siempre quise participar en el concurso y este año tuve más tiempo para hacerlo; estoy supercontenta con el premio, me ha hecho muchísima ilusión”, ha dicho Giménez, quien lamenta que este año no podrá desplazarse a Teruel para vivir la Vaquilla por motivos laborales, aunque ese sería su mayor deseo.

La artista, que ha recibido un premio en metálico de 1.000 euros, define su trabajo indicando que “el Torico y el Ángel se funden en una figura que representa el regreso de la Vaquilla y la leyenda de la ciudad, que nunca muere. Teruel vibrará de nuevo, demostrando que no hay nada que pueda extinguir su espíritu vaquillero”.

El cartel ha sido presentado este jueves en el Museo de la Vaquilla por la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, el concejal de Fiestas, Javier Domingo, y el presidente de Interpeñas, Juan Nácher.

Buj ha afirmado que la de este año “no será una Vaquilla cualquiera, sino excepcional”, pues el entusiasmo de los turolenses por volver a disfrutar de la celebración es muy grande. Ha añadido que “cada paso que damos hacia la normalidad tras dos años de pandemia nos llena de alegría”. En la misma línea, Domingo ha definido las próximas fiestas como “la Vaquilla de la ilusión”.

Nácher espera una fiesta “récord” y ha explicado que las peñas vaquilleras están “desbordadas”, muchas de ellas con lista de espera, ante el aumento de inscritos. El motivo es que durante dos años no han podido apuntarse los más jóvenes y también que el paréntesis obligado por la covid ha despertado el espíritu peñista en gente de mediana edad que anteriormente no formaba parte de ninguna asociación.

Así las cosas, este año habrá en la Vaquilla 10.500 peñistas, mil más que en 2019, cuando tuvo lugar la última edición.